No es sencillo respetar la sana distancia a bordo de las unidades camioneras.
Si bien las autoridades de salud recomiendan sana distancia y evitar todo tipo de aglomeraciones como medida de prevención contra el Covid-19, esto es prácticamente imposible en el transporte público.
A decir del gobernador Jaime Rodríguez Calderón, la entidad registra un avance de hasta el 95 por ciento en la reactivación económica, convirtiéndose en un líder nacional en la materia; sin embargo, la flotilla de rutas urbanas no se ha incorporado ni en dos terceras partes.
Desde tempranas horas y hasta el anochecer, se puede observar cómo la falta de unidades disponibles ocasiona la congregación de usuarios en paradas camiones, y una vez que pasan circulan a reventar.
Las frecencias de paso que antes era de entre 7 y 15 minutos, soy hoy de más de una hora y a veces hasta dos.
NOVENTA MINUTOS
De tal forma que los trabajadores se ven obligados a salir de casa incluso más temprano de la hora habitual, y en algunos casos aun así llegan tarde a sus sitios de empleo.
Ejemplo de ello es un usuario del municipio de García, quien sale desde las 5:00 horas a esperar alguna opción de camión que lo lleve al centro de Monterrey, aunque con poco éxito.
La espera se puede prolongar por más de una hora, y cuando finalmente viene, este no se detiene porque ya viene a reventar.
Entonces, deben probar suerte una vez más.
«Tenemos que esperar y esperar, y luego los camiones no se paran porque van bien llenos, ya no nos quieren subir», refiere el habitante de la colonia Las Palmas.
Esta historia se repite en municipios como Santa Catarina, Juárez, Apodaca, y Guadalupe, por mencionar algunos metropolitanos.
Sin importar la hora del día, la espera es cada vez mayor.
A ello se suma la falta de distancia, pues los pasajeros van casi pegados unos con otros con temor a infectarse.
Por disposición del Consejo de Seguridad en Salud, el uso obligatorio de cubrebocas es un requisito para abordar, sin que este secumpladel todo.
Lo anterior toda vez que muchos se lo quitan, y en otros casos el chofer ni siquiera lo exige.
La cercanía entre usuarios, sigue representando hoy en un riesgo de contagios.
«Va el camión bien lleno, ni cabemos. Y eso cuando se para, porque a veces ni eso, esperamos mucho tiempo a que pase y luego no se para porque va bien lleno, y si se para vamos todos amontonados, no se puede uno ni mover».
REACTIVACIÓN GRADUAL
La reactivación del transporte será gradual, indicó Noé Chávez Montemayor, director del Instituto de Movilidad y Accesibilidad de Nuevo León.
Se estima que actualmente circulan 2 mil 980 unidades, de un total de 3 mil 500, y será hasta semanas más adelante cuando se incorpore el resto, poco a poco.
Si bien la mayoría de las empresas, establecimientos comerciales y espacios de entretenimiento reabrieron sus puertas, el funcionario señaló que la afluencia en el trasporte creció apenas un dos por ciento.
«Conforme vayan activando los empleos, se irá ocupando el transporte público».
Adelantó que una vez que lleguen las nuevas unidades de Ecovía, en próximos días, los camiones de las Rutas Exprés volverán a los municipios periféricos.
TRANSPORTISTAS IMPOSIBILITADOS
Con más de 600 unidades detenidas en los talleres, la Asociación de Transporte Público de Nuevo León se declaró imposibilitada para aumentar la frecuencia de paso de las diferentes rutas urbanas.
Camiones que transitan por el área metropolitana portan un pegote en el que se disculpan con los usuarios por el servicio deficiente.
«A nuestros usuarios una disculpa, estamos imposibilitados de brindar más servicio», se lee en la calca.
Se estima que al momento operan sólo 2 mil 700 autobuses, de más de 5 mil que se requiere.
Si bien descartó un paro de labores, José Almaraz, vocero de los transportistas, aseveró que su situación financiera les impide incorporar más unidades.
«No hay ningún paro de labores, nosotros no queremos hacer para nada eso, lo que si no podemos hacer es meter más unidades porque no hay dinero, no hay recursos para poder sostenerlo».
«Las condiciones económicas en las que están las empresas no permiten ni siquiera reparar la unidades que tenemos en los talleres, actualmente nada más están dando servicio no más de 2 mil 700 unidades», expuso.
Detalló que durante la pandemia de Covid-19 se pierden cerca de un millón de viajes diarios, lo que impactó fuertemente en su ya de por sí precario escenario financiero.
El próximo regreso a clases presenciales, dijo, agudizará aún más la falta de camiones.
«En agosto estimamos que va a haber clases presenciales y para esa fecha, si ahorita no podemos con el servicio, va estar bastante, bastante mal».
«La situación lejos de mejorarse se está empeorando cada vez más».
Una alternativa, consideró, sería reparar 200 de las 600 unidades varadas; sin embargo, esto podría tardar hasta seis meses ya que no cuentan con recursos para ello.
Recordó que apenas tres años atrás se contaba con casi 5 mil camiones, pero la negativa a un aumento en la tarifa mermó el servicio que redujo a 3 mil 300 con la llegada del virus.
Inclusive, se vieron obligados a devolver unidades recién adquiridas, toda vez que no podían cubrir los créditos.
LA PEOR CRISIS
Con todo y ello, el Instituto de Movilidad y Accesibilidad instruyó la operatividad al 100 por ciento, por lo que los trasportistas reiteraron la «no disponibilidad de unidades» para ello.
A través de un escrito, la organización indicó que se encuentran en la peor crisis de trasporte de la historia reciente de la entidad.
«Queremos puntualizar el grave estado en el que se encuentra el sistema de transporte público, el peor en su historia y la imposibilidad de cumplir con la recomendación de dicha comisión, por la ‘no disponibilidad de unidades’ en el sistema, tan necesarias para cubrir la demanda con la frecuencia del servicio requerida por nuestros usuarios».
Asimismo, criticaron la posición que ejerce el gobierno ante la precaria situación que presentan.
En este sentido refrendaron su disposición para cooperar en acciones tendientes a mejorar el servicio.
«Vemos con grandes dudas e incertidumbre, la aberrante posición de nuestras autoridades estatales al referirse a nuestras empresas como Transportistas «DE FACTO», haciendo por demás evidente, la falta de seriedad e incapacidad para liderar un proyecto serio de transporte y movilidad en nuestro estado».
«Reiteramos nuestra disponibilidad de colaborar con las acciones que sean necesarias para recuperar al menos lo que teníamos antes del inicio del actual gobierno y buscar las estrategias que nos lleven a contar con un sistema de transporte progresista y sustentable».