Por Francisco Tijerina Elguezabal.
“El político debe ser capaz de predecir lo
que va a pasar mañana,
el mes próximo y el año que viene; y de explicar después
por qué fue que no ocurrió lo que el predijo”
Winston
Churchill
Tiene razón, en cierto
punto, Luis Donaldo Colosio Riojas cuando dice que su responsabilidad a partir
de octubre será la de gobernar para todos los habitantes de Monterrey,
incluidos los que no votaron por él, así es el gobierno.
Sin embargo me parece que su deslinde de Movimiento Ciudadano, el partido que
lo llevó al poder, es un error político que lejos de abonar a su carrera, le
terminará costando caro.
Se puede gobernar para todos vistiendo la camiseta del partido que te llevó al
poder; la sociedad, incluidos los que optaron por otras fórmulas, comprenden
este hecho y reconocen cuando un gobernante es capaz de conciliar intereses y
buscar el beneficio de las mayorías por encima de las filias y las fobias de
los partidos.
Él llegó al Congreso gracias al apoyo de Movimiento Ciudadano, con una
diputación plurinominal que además ganó en las urnas; fue coordinador de la
bancada en el Congreso y el candidato de ese partido a Monterrey… hay historia
juntos.
Sin embargo el temprano, tempranísimo deslinde de Colosio del partido naranja,
tiene muchas más interpretaciones que el simple deseo de conformar un gobierno
ciudadano que abarque todos los colores.
Es cierto, los regios votaron por él, pero también y en mucho por su compañero
de fórmula, el ganador de la elección a la gubernatura Samuel García y aquí
valdría la pena preguntarse: ¿votaron todos por Samuel o por Colosio? ¿Quién le
terminó ayudando a quién?
Y Colosio deberá ejercer su función de alcalde de la capital de Nuevo León con
un gobernador que sigue militando en el partido al que hoy le está dando la
espalda.
En la planilla de quien será el próximo Presidente Municipal hay también
quienes sin tener la camiseta tatuada, mantienen esperanzas de lo que puede ser
su futuro político dentro de la organización y existirá, necesariamente, una
bancada mayoritaria de MC al interior del Cabildo, misma que hoy puede verse
confrontada, de manera innecesaria, con el próximo alcalde.
Es necesario comprender que aunque los votantes han puesto mayor atención en
los últimos tiempos en los candidatos y no en los partidos, el aval que los
institutos políticos brindan ofrece a los electores un perfil de la ideología
de sus abanderados y uno entiende que defenderán sus postulados y programa de
acción.
¿Podrá Luis Donaldo avanzar con un gobierno de un solo hombre? ¿Podrá hacerlo
teniendo en contra al Gobernador, al Congreso del Estado y hasta a su propio
Cabildo en contra?
Los partidos son la plataforma que te permite acceder al poder, es cierto, pero
también se mantienen en las distintas esferas del gobierno y sus decisiones
impactan en planes, programas y acciones.
Finalmente, la carrera de Colosio no está diseñada para concluir en tres años
cuando termine la administración entrante; cuando llegue esa fecha querrá
reelegirse o bien saltar a otro puesto, ¿qué partido le dará su aval para
hacerlo candidato sabiendo que una vez ganado le dará la espalda?
Los políticos siempre tienen los ojos puestos en el mañana y esto Luis Donaldo
debe recordarlo.