El actor James Franco fue demandado por varios estudiantes de su escuela, quienes lo acusaron de conducta sexual inapropiada
Luego de las denuncias de conducta sexual inapropiada por varios de sus estudiantes de su escuela de cine ‘Studio 4 Film School’. El actor James Franco llegó a un acuerdo monetario para cerrar la demanda.
De acuerdo con el sitio ‘The Hollywood Reporter’, James Franco pagará casi 44 millones de pesos (2.2 millones de dólares) para resolver la demanda antes de que ésta llegara a tribunales.
El acuerdo entre James Franco y sus estudiante se dio en menos de un año
Este acuerdo entre James Franco y los demandantes se presentará ante un juez de Los Ángeles para su aprobación.
El acuerdo monetario llega menos de un año después de que dos de las exalumnas de James Franco demandaran al actor.
Las estudiantes Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal alegaron que varios alumnos de James Franco fueron víctimas de fraude.
En 2018, Tither-Kaplan fue una de las cinco mujeres mencionadas en una publicación de «Los Angeles Times» donde se detallaba las acusaciones del comportamiento inapropiado de James Franco.
Según «The Hollywood Reporter», Tither-Kaplan recibirá más de 13 millones de pesos, mientras que Toni Gaala 4 millones 460 mil pesos.
El dinero no reclamado se donará al Centro Nacional de Leyes de la Mujer.
James Franco fundó su escuela de cine ‘Studio 4 Film School’ en 2014
James Franco también aceptó términos «no económicos» para los demandantes individuales, cuyos detalles no se han dado a conocer.
La demanda contra James Franco también nombra a la productora Rabbit Bandini, y sus socios, incluidos Vince Jolivette y Jay Davis.
James Franco obtuvo una demanda colectiva por presuntamente presionar a sus antiguos estudiantes de cine para que realizaran escenas de sexo cada vez más explícitas frente a la cámara.
En 2014, James Franco abrió su escuela de actuación y cine, pero fue clausurada luego de esta demanda.
“Si bien los Demandados continúan negando las acusaciones en la Demanda, reconocen que los Demandantes han planteado cuestiones importantes” señala la declaración de ambas partes.
“Todos coinciden en la necesidad de asegurarse de que nadie en la industria del entretenimiento, independientemente de su raza, religión, discapacidad, origen étnico, origen, género u orientación sexual, enfrente discriminación, acoso o prejuicio de ningún tipo “, finaliza la declaración.