Por Francisco Tijerina Elguezabal.
“No hay que dejarse llevar por el canto de las sirenas”
Dominio Popular
En una semana he visto, ya en distintos sitios, varios comentarios anticipando que Luis Donaldo Colosio Riojas debe preparar su camino para, en el 2024, buscar la Presidencia de la República.
Me parece demasiado anticipado y sobre todo arriesgado el intento de perfilar al Alcalde electo de Monterrey para la Primera Magistratura del País.
Mucho se ha dicho que la alcaldía de Monterrey es la tumba política para quienes aspiran a cargos mayores y desde los tiempos en que Sócrates Rizzo saltó del Palacio de Cristal al Palacio de Cantera, nadie ha podido conseguir emular la hazaña y han sido muchos los que lo han intentado.
El triple mortal invertido que quieren que Colosio realice tiene mucho mayor grado de dificultad, porque no significa pasar de alcalde a Gobernador, sino robarse la tercera base e ir por todo.
Sí, hay prosapia y apellido, pero también influirá, y mucho, su desempeño como alcalde de la capital de Nuevo León, por lo que toda su capacidad y esfuerzos deben centrarse en este momento en hacer un extraordinario papel en la responsabilidad que dentro de unos meses deberá acometer.
No hay nada imposible y menos en estos tiempos, la posibilidad de que Luis Donaldo sea postulado por cualquier partido es real, y más ahora que ha declarado públicamente que nada lo ata a Movimiento Ciudadano, pero aún y cuando consiguiese la nominación, faltaría ver si es capaz de convencer al electorado de que tiene los tamaños suficientes para hacerse cargo de la más alta responsabilidad política en el país; de ahí la relevancia de brillar con fuerza en Monterrey.
Como Ulises en la mitología griega, Colosio debe pedirle a sus allegados que lo aten al mástil de la alcaldía regia, y por mucho que suplique no le desamarren, para que no se deje llevar por el canto de las sirenas y muera en el intento.
Hay tiempo para todo y hoy toca trabajar con ahínco y empeño para demostrar que se puede con empresas mayores.