Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Por Francisco Tijerina Elguezabal.

ftijerin@rtvnews.com

“Ni la sabiduría, ni la inteligencia, se compran
con dinero o se adquieren con poder”
Yomero

El poder transforma a las personas.

Cualquier político que haya alcanzado un cargo importante en algún momento cae en el juego y siente que sabe más que todos, incluidos sus superiores jerárquicos y si no los tiene, entonces el pueblo al que gobierna.

A fuerza de preguntar “¿qué horas son?” y les respondan “las que usted mande patrón”, terminan por creerse el cuento, pero en realidad son muy normales y en algunos casos bastante más corrientes que comunes.

Pongo un ejemplo: desde hace tiempo el ex Presidente de la República, Vicente Fox Quesada, ha hecho referencias al actual gobierno federal calificándole de “autista” o “manejado por autistas”, lo cual deja en evidencia la inmensa estupidez de quien ocupó la Primera Magistratura del País en los albores del presente siglo.

Ayer, un poco cansado de la mala utilización del término, mi amigo Gerardo Gaya, presidente de la Asociación “Iluminemos de Azul por el Autismo” le envió una carta a Fox en la que más que reclamarle le pide, de una forma sublime y elegante, deje de utilizar esa palabra de forma despectiva y se busque otros epítetos para agraviar al Presidente y el Gobierno.

Porque los seres autistas no son enfermos, son personas que viven en una condición y forma distinta al resto y como bien dice Gaya, no viven en otro mundo, sino en el nuestro, por lo que debemos ser nosotros quienes nos adaptemos a su circunstancia y actuemos tomando en consideración invariablemente su condición.

Con el paso de los años hemos avanzado mucho en materia de respeto a muchísimas cosas; hemos aprendido sobre tolerancia y convivencia, sobre coexistir con quienes tienen otra condición o piensan distinto, aunque en ocasiones la polarización de cuestiones políticas nos lleve a puntos que dejan ver un peligroso encono con visos de confronta.

Conozco a algunas familias con personas autistas y a muchos más que tienen entre los suyos a alguien con Síndrome Down. He sabido de su entusiasmo y esfuerzo, de esa actitud ante la vida de propiciar las condiciones para que esos maravillosos seres puedan vivir en nuestro mundo en condiciones “normales” y me asombran los logros y avances que cada uno de ellos tiene.

Si vivir para quienes nos consideramos “normales” (perdón por esta alusión, pero no encuentro otra más representativa) en muchos momentos es complicado, imagine a quien por una mera circunstancia de la vida tiene que andar el camino en condiciones diferentes; si ya de por sí eso es complicado, agregue usted el hecho de cargar con las miradas, los comentarios y las alusiones despectivas de quienes no entienden o no pueden comprender esa diferencia.

Es cierto, el poder los transforma y ellos se creen superiores, aunque al final son igual de tontos que cualquiera y en ocasiones, como el caso que nos ocupa, mucho más.

Mi felicitación a Gerardo Gaya y a todos los padres, hermanos y familiares que tienen a un niño autista; como sociedad el trabajo no es de ellos, sino de nosotros, por hacer para ellos y también para nosotros, un mundo mejor.


Fuente:

Vía / Autor:

// Francisco Tijerina Elguezabal

Etiquetas:

Compartir:

Autor: lostubos
Ver Más