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Las trampas de la democracia: las políticas públicas

Por Carlos Chavarría

Una política pública es un propósito instituido para resolver un problema relevante del mundo real, que es guiada e implementada por programas que son un curso de acción que reúne los intereses de todos los interesados activos y de aquellos beneficiarios de la sociedad en general.

Muchos países, incluido México, han padecido una evolución formada por avances y retrocesos debido en buena medida a las inconsistencias de sus políticas públicas, tanto en su concepción como en la legitimación e implantación que conduce o, a su abandono prematuro, o a su deformación.

Cuando se elige a una nueva administración de cualquiera de los tres neveles de gobierno por lo regular significa que el elector escogerá  de entre el conjunto  de intenciones genéricas y algunos proyectos concretos  que plantearan los candidatos, aquellas que sean percibidas como de máximo beneficio.

Por supuesto que es fácil aquilatar cuales son no realizables como también las que implicaran modificar las políticas públicas imperantes y sus impactos derivados.

En nuestro país no existe un libro blanco que incluya en específico la redacción de las políticas públicas y sus análisis, aunque existe un documento muy amplio que pretende ocupar el papel del plan de gobierno, pero no existe forma de asegurar que la administración se mantenga apegada en estricto a lo comprometido.

Cada 6 o 3 años caemos en la misma trampa, y en razón de inclinaciones ideológicas no reveladas en las campañas electorales ocurren desviaciones, algunas muy profundas, del marco de propósitos que se aprobaron en las administraciones anteriores como políticas públicas.

Caro ha resultado para México el mover sus políticas públicas en una suerte de péndulo entre un polo distribuidor y otro concentrador de la riqueza, debido a una pésima administración fiscal de los excedentes distribuibles, así como una peor asignación de recursos a objetivos específicos que han resultado sin repago alguno.

Baste recordar el largo periodo proteccionista y distribuidor, fundado en la riqueza petrolera que como resultado dejó una deuda pública impagable y un retroceso en la competitividad del país, para luego ser sustituido por otro de apertura a la competencia, pero sin una estructura fiscal apropiada para distribuir los beneficios a todas los estratos sociales.

Ningún tema escapa a los efectos del  las políticas públicas. El tema de seguridad es otro de los mas sensibles donde ha ocurrido el abandono de la “lucha frontal” contra las drogas implementada por Calderón por otro más reactivo y casuístico ante el delito en general.

En el de educación y salud se mantiene el enfoque hacia cumplir con el volumen de la demanda con poco énfasis en la calidad, aunque la educación superior registra avances  notables. Un país como el nuestro no tiene márgenes ni holguras para continuar jugando entre lo deseable, lo posible y lo urgente. Invertiremos tres años más para estar de nuevo en la posibilidad de un nuevo ajuste en las políticas públicas aplicadas, en tanto los problemas aumentan en magnitud y variedad.

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Vía / Autor:

// Carlos Chavarría

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Autor: stafflostubos
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