Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Pueden responder lo que quieran, que al final haremos lo que queramos.” // Yomero
La aprobación ayer por parte del Cabildo de San Pedro de la publicación de las consultas ciudadanas para la integración de los planes urbanos de las Calzadas y la Colonia del Valle, tiene visos de ser más un acto de demagogia, que un ejercicio de democracia.
Por principio no queda claro el papel que jugarán las consultas en la toma de decisiones y si su resultado será vinculante con la determinación final, de tal suerte que habría que decir si la opinión solicitada a la ciudadanía tendrá un valor o terminará como una mera referencia para los integrantes del Cabildo.
Seamos claros, desde hace años San Pedro está colapsado en sus vialidades y permitir mayor altura en las construcciones de las Calzadas o el Centrito, así como incrementar la densidad terminará aumentando el número de personas y por ende de automóviles que a diario circulan y se embotellan y generan tráfico y contaminan el ambiente en esa zona de la metrópoli.
Es entendible que el Reglamento de Usos del Suelo y Zonificación sampetrino requiere una actualización; las condiciones y circunstancias han cambiado, pero no a tal grado de subir la altura máxima permitida en las construcciones de 16 a 24 metros y subir la densidad de vivienda.
Esto sucede al mismo tiempo en que la Administración Municipal expropió ocho predios para poder ampliar Vasconcelos. Es decir, están viendo que a la olla no le caben más frijoles y todavía insisten en intentar introducirlos a la fuerza. ¿Qué harán después? ¿Ampliar las calzadas o las calles del atestado Centrito para que la circulación medio funcione?
Nadie está en contra de la modernidad, pero habría que cuidar en la dichosa consulta el detalle de brindar información más amplia y detallada del impacto que estas decisiones pueden tener sobre la vida y patrimonio de las personas. Es verdad que la vocación de estas zonas se ha tornado con el paso del tiempo en comercial, pero eso no significa que se le pueda atiborrar de personas y autos porque, les guste o no, esas avenidas forman parte de las columnas vertebrales del sistema vial sampetrino.
Y repito, lo más importante será informar con claridad a los sampetrinos si su participación en la consulta será vinculante o no, porque en todos los casos (así sea la base que determine el resultado), tendrá repercusiones en la vida de las familias. Es imperativo que se marquen reglas claras de quiénes podrán tomar parte, la manera en que se podrán recibir aportaciones, si se tratará de una simple pregunta sobre si están o no de acuerdo con lo propuesto por la Comisión y cuáles serán los mecanismos para ofrecer transparencia en el proceso, para que los interesados en uno u otro sentido no tengan oportunidad de manipular la consulta buscando imponer su interés.
A final de cuentas lo que ahí se decida terminará teniendo un serio impacto en la vida del Monterrey metropolitano, porque quienes no vivimos en San Pedro también tenemos que ir, uno día sí y otro también, por mil y una razones y a todos nos termina afectando.
ftijerin@rtvnews.com