Por Francisco Tijerina Elguezabal
“No pretendamos convertir la herramienta en solución,
porque tarde o temprano fallará”
Yomero
No se puede, ni se debe, gobernar desde los medios o las redes sociales.
Gobierno, medios y redes tienen funciones distintas y funcionan en dinámicas diferentes que con mucha frecuencia se empatan, pero que aunque pareciera, no persiguen los mismos fines.
Para los medios y los usuarios de las redes el que un gobierno cumpla con su trabajo no es noticia; se convierte en material de consumo precisa y justamente cuando ese gobierno incumple con su misión, pasando entonces a ser denuncia.
Los medios y las redes pueden informar y denunciar públicamente hechos, los cuales deben ser tomados por los gobiernos para atenderse; no es lo ideal, porque en una sociedad sana el gobierno debería saber en dónde y por qué ocurren los problemas y resolverlos con prontitud, o bien recibir una queja de la sociedad y responder a la brevedad, pero como sabemos que eso no sucede, el asunto termina en los medios como un método de presión para que la autoridad dé resultados.
Las redes sociales son un medio de intercambio de información, no un sistema cerrado de intercomunicación; por tanto Samuel García no debería utilizarlas para girar instrucciones a sus colaboradores. Para eso está el WhatsApp o el teléfono.
Y peor aún, el Gobernador no debería enterarse de los problemas por los medios, sino por sus propios subordinados; es decir, el Ejecutivo está para que le informen, no para informar y ordenar que las cosas se solucionen.
Los medios y las redes no gobiernan, por tanto no dictan la agenda de lo que se debe o no se debe hacer en los gobiernos; su misión es muy distinta y su contenido debe ser tomado en consideración, más no debe marcar la pauta y ritmo con el que funciona el gobierno.
Si el Tec de Monterrey hubiese atendido en tiempo y forma la denuncia de violación de una alumna involucrándose su más alta dirección en el tema, el asunto no hubiese llegado ni a los medios, ni a las redes sociales y no habría sido motivo de una instrucción pública del Gobernador a sus subordinados en clarísimo “fuera de lugar”.
No se requiere de la denuncia pública si cada quien cumple a cabalidad con su función.
No se debe hacer de la herramienta la base principal de la tarea, porque la herramienta es eso, una parte de la solución, no la solución al problema.
ftijerin@rtvnews.com
