Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
En la columna “Trascendió” del periódico Milenio, se lee: “Que la esposa del gobernador Samuel García, Mariana Rodríguez, publicó ayer un artículo de opinión en el sitio web del diario estadunidense The Washington Post.
“Bajo el título ‘El difícil camino de la adopción en México’, la titular de la oficina Amar a Nuevo León llamó a eliminar lagunas legales y hacer más sencillos los trámites de adopción en México.
Escribió Mariana o le escribieron en su texto: “Se tiene que abrir la discusión, involucrar a organizaciones civiles, a los congresos estatales y federal, y al Poder Judicial, para lograr reformas que permitan que los menores que no tengan firmado un consentimiento de adopción, sea porque no se encuentra a sus parientes o porque sus padres son menores de edad, tengan la oportunidad de llegar con una familia que los quiera”.
“El texto no hace mención a la reciente polémica generada luego de que ella y su esposo alojaron en su casa durante un fin de semana a un menor atendido en el albergue Capullos, del DIF estatal”, se lee en la columna del periódico.
A veces el llamado control de daños se vuelve más dañino que el mero control. El artículo de marras no sólo habla mal de Mariana, también del periódico de Washington, cuyo nivel de editorialistas ha caído estrepitosamente, sobre todo con colaboradores mexicanos como León Krauze y Carlos Loret de Mola.
La lógica de Mariana es superficial y perversa. Para visibilizar un problema no puede cometerse un «delito» legal (o moral). Nadie se convierte, y esto es un ejemplo extremo, en homicida para visibilizar que existe inseguridad. La lógica de Mariana cae no por su propio peso, sino por su propia ligereza.
Ya decía el analista de medios de comunicación, Lance Bennet, que los dirigentes “han usurpado una enorme cantidad de poder político y han reducido el control popular sobre el sistema político utilizando a los medios de comunicación para generar apoyo, conformidad y una evidente confusión entre la opinión pública” (citado en Los guardianes de la libertad de Noam Chomsky y Edward S. Herman, Grijalbo-Mondadori, p. 349).
Qué bueno que Mariana ponga el tema de las adopciones en la discusión; qué malo que haya utilizado, junto a su esposo Samuel Alejandro García, la extracción de un bebé del DIF Capullos para usar y abusar de él en sus redes sociales.