Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Es inútil volver sobre lo que ha sido y ya no es.” // Frédéric Chopin
Inútil escribir sobre la votación de ayer sobre la revocación de mandato. Todos hablarán de ella y seguramente lo harán mil veces mejor que yo.
Si me preguntan (y si no me preguntan también), diré que no fui a votar.
Hace un par de días me topé con la sorpresa de que por fin apareció, luego de muchísimo tiempo sin dar señales de vida, la senadora por Nuevo León Indira Kempis.
Desde las precampañas estatales Kempis se hizo “ojo de hormiga”; en ese entonces buscaba una candidatura y posicionarse, se dio “un entre” con Samuel García y la dirigencia de Movimiento Ciudadano, pero luego se apaciguó e hizo “mutis”.
Desde entonces cero presencia, sin presencia, sin iniciativas, sin labor de gestoría, sin dar señales de vida.
Pero la semana anterior de la nada apareció en inserciones evidentemente pagadas “informando” (sí, como no) que había acudido a la Bitcoin Conference de Miami, Florida, y tras su participación propuso el incorporar el uso de criptomonedas en nuestro país.
Con diseño, fotografía de estudio y contenidos sumamente cuidados por alguna agencia de marketing nada barata, la senadora presumió en un suplemento para pudientes que es “vecina de San Pedro”, lo cual no tiene nada de malo, salvo que hasta hace pocos meses todos creíamos que vivía en otro rumbo porque, los archivos no nos dejarán mentir, anduvo sumamente activa en los trabajos y organización de actividades del Barrio de La Luz.
Lo interesante es que Indira ya volvió a la palestra y lo hizo por todo lo alto, de la mano de una firma que le cobrará un billetote y con la única intención de posicionarse para buscar una candidatura para las próximas elecciones.
Vistos sus paupérrimos resultados legislativos, ¿podremos volver a confiar en ella?