Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Doña Rosario Ibarra de Piedra: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Por Gil Gallardo Montejano

Hay mujeres que luchan toda su vida, ellas son: las imprescindibles. // Brecht

Hoy más que nunca está viva la consigna del Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos mejor conocido como Comité ¡Eureka!, ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

En 1977 Doña Rosario Ibarra de Piedra fundaría dicho comité, junto con las madres y los familiares de otros desaparecidos durante la época de la Guerra Sucia. Conocidas también como Las Doñas, marcaron un época en la vida política de la nación. De importancia fundamental en el devenir histórico del país, no solo como luchadora social (desde 1974, año de la desaparición de su hijo Jesús Piedra) ante las injusticias y los crímenes perpetrados por el Estado durante las más oscuras épocas de los gobiernos autoritarios y represores de Miguel Alemán, López Portillo y demás secuaces.

La vida de Doña Rosario Ibarra fue un vaivén incansable por la presentación con vida de cada desaparecido político que el Estado ha dejado a su paso hasta el día de hoy. Su lucha marcó un hito en la vida pública de este país, en 1982 se postuló para la elecciones por la Presidencia de la República por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) siendo la primera candidata mujer en la historia del país.

Mujer de claridad política, desde muy temprano supo que para encontrar a su hijo y a los desaparecidos su búsqueda tendría que ser no solo a través de los medios institucionales, la lucha debía ir mucho más allá y fue entonces que la convirtió en una lucha política, se encaró con presidentes, jefes de la policía y políticos corruptos. Durante todos esos años jamás estuvo sola, muchos ciudadanos, militantes, madres, activistas políticos apoyaron su causa y la causa del comité ¡Eureka!

Mujer valiente y de espíritu inquebrantable, jamás cesó de buscar, si a un ser humano le va la frase de Brecht que parafraseo, es sin duda a ella. Y más allá, alguna vez dijo Trotsky: “El que se arrodilla ante el hecho consumado, es incapaz de enfrentar el porvenir”.

Doña Rosario enfrentó el presente y el futuro con esperanza, con amor, fe y lucha incansable, jamás se arrodilló, su mirada siempre tenía un brillo particular, el brillo de las personas que jamás abandonan la esperanza, la lucha. Alguna ocasión nos dijo a un grupo de jóvenes que visitábamos La Casa de la Memoria Indómita: Ustedes son el futuro, el futuro luminoso. Hoy ha partido Doña Rosario, la despedimos con tristeza, pero más con esperanza, y con orgullo de su legado como la grandiosa mujer que fue.

¡Hasta la victoria siempre, Doña Rosario!

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Fuente:

Vía / Autor:

// Gil Gallardo Montejano

Etiquetas:

Compartir:

Autor: stafflostubos
Ver Más