De septiembre de 2020 a mayo de 2022, Tlachinollan ha documentado al menos cinco casos de matrimonios forzados de menores de edad.
La venta de niñas y adolescentes en la montaña de Guerrero está lejos de ser erradicada. A seis meses del arranque de una estrategia contra esta práctica, los casos van en aumento en al menos cinco municipios; informó MILENIO.
Tal es el caso de una adolescente de 14 años que huyó de su comunidad en Cochoapa el Grande tras ser encarcelada por policías comunitarios. Su delito: dejar la casa de su suegra, quien la compró por 160 mil pesos para casarse con su hijo.
“El día que llegó la policía comunitaria a mi casa, primero se llevaron a mi hermana por la fuerza, la tomaron del cabello y la subieron a la camioneta. Después regresaron por mí e igual me llevaron. Yo acababa de tener a mi bebé”, cuenta la adolescente con su hijo de dos meses en los brazos.
El 10 de noviembre del año pasado, el gobierno de Guerrero y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) presentaron la Estrategia para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Niñas y Adolescentes en la Montaña. Sin embargo, la situación no mejora por falta de acciones concretas.
“El gobierno del estado anunció una estrategia para poder atender temas como el de los matrimonios forzados. Se ha hablado de cursos y se han firmado acuerdos. Pero eso es solo papeleo, en la práctica las cuestiones siguen igual”, afirma Neil Arias, abogada encargada de atender casos de violencia contra las mujeres en el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan.
A finales de abril, los abogados de Tlachinollan recibieron el caso de la adolescente de 14 años, quien en junio de 2021 fue entregada en matrimonio a cambio de 160 mil pesos y en casa de su suegra vivía en condiciones de semiesclavitud. Ahora, ella y siete integrantes de su familia se refugian en la Casa del Jornalero en el municipio de Tlapa; señaló MILENIO.
La joven, quien decidió guardar el anonimato, cuenta que una semana después de la boda, su suegra la llevó a trabajar como jornalera a Jalisco y comenzó a quedarse con su paga. Pasó ocho meses de su embarazo entre cultivos de jitomate. No recibía ropa ni zapatos y apenas comía.
“Mi suegra decía que yo tenía que trabajar porque ella había quedado endeudada por el dinero que gastó cuando me casé con su hijo. Tenía la indicación de que tenía que servirles”.
De septiembre de 2020 a mayo de 2022 el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan ha documentado al menos cinco casos de matrimonios forzados de menores de edad. En su informe más reciente, publicado en diciembre, señalaron que el fenómeno de la venta de niñas iba en aumento en los municipios de Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Alcozauca, Xalpatláhuac, y en algunas comunidades de Tlapa.
Violencias inservibles en registros oficiales
A pesar de los casos documentados, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública sólo tiene registradas dos carpetas investigación por trata de personas desde enero de 2021 hasta marzo de 2022 en los 19 municipios de la región de la montaña de Guerrero.
Algo similar ocurre con el feminicidio en la zona. Tan sólo en lo que va de 2022, Tlachinollan ha documentado 10 asesinatos de mujeres por razones de género, aunque lo registros del secretariado no tiene una sola carpeta de investigación iniciada por este delito.
“Muchas veces el ministerio público no quiere hacer todas las valoraciones que por ley deberían”, asegura la abogada Neil Arias; reportó MILENIO.