Por Félix Cortés Camarillo
Si tú quieres más rábanos, córtalos tú..
Los Norteños de Ojinaga, los Rábanos
Hay una cruzada de abanderados torpes, empeñada en seducir a quien se deje para que abandone su afiliación política y se sume a las filas del creciente y muy respetable Movimiento Ciudadano. Es claro que esa respetabilidad se la debe en gran parte a la memez y fariseísmo de los partidos viejos cuya incapacidad de racionar y gestionar un frente opositor al presidente López les ha puesto hoy en la triste realidad de que suponen sus mejores cartas a un tal Alito y una cual Lilly Téllez, ambos tránsfugas del inadmisibles pasado.
Esos y otros factores, entre ellos todos los medios de comunicación habidos y por haber, han puesto sus granitos de arena para edificar un Goliath de grandeza sólo imaginaria llamado Morena, que sin el apellido de López Obrador, su astucia y su manejo mediático, es una entelequia dócil y además ineficiente, que se encarga de ejecutar los deseos más ínfimos de su mesías. Como si fueran vasos comunicantes, en cuanto más se acentúa la debilidad de la oposición crece más la fuerza imaginaria del partido en el poder, al grado de comenzar a convertirse en real.
En esa circunstancia el cruzado Samuel García, que cobra como gobernador de Nuevo León, cree que encabeza la campaña de reclutamiento para el partido que le consiguió la chamba, para hacer que diversos funcionarios neoloneses despierten a la verdad del Señor y cambien su partido por el MC. Los fans de Samuelito dicen que por seducción, sus adversarios que por chantaje. En todo caso, los publicitados actos de chapulineo se vinculan a entidades de Nuevo León no menores pero sí poco pobladas y por tanto de escaso impacto ahora y a la hora de las urnas, amen. El propietario del movimiento naranja, sin duda buen mercader, está dándole más valor a su producto en un mercado en el que, como en todos los mercados, nada es gratis.
Al margen de este teje y maneje, lo único claro es que un enjuto y anémico David político mexicano ve con desaliño como corre el tiempo en su contra sin que el pobre encuentre o siquiera busque piedras, así fueran imaginarias, para derribar al Goliath aunque tuviese los pies de barro.
Las encuestas sobre las preferencias electorales para la otra semana en media docena de gubernaturas de México, suponiéndolas confiables, coinciden todas en que no hay una fuerza política en México que, aislada, pueda atinarle a la cabeza de Goliath. Para mí es obvio que si la mejor opción para nuestro futuro es sacar del poder a López Obrador y sus secuelas -que solas se irán devorando unas a otras- es con una oposición nueva, inteligente y digna de confianza. Sobe todo unida.
El problema de David en esta ocasión no es la honda sino las piedras. Los remedos de arsenal de la oposición que incluyen a Samuel García y al joven Colosio son un señuelo para bobos. Lo único que el primero tiene es una esposa hábil con impronta en las redes llamadas sociles; el segundo un apellido que la fatalidad convirtió en capital político pero que no da para más. A tal grado estamos que lo único que se avizora como viable opción es una alianza general apoyando a otro resentido mutante, Ricardo Monreal.
En eso andábamos y seguimos cortando rábanos.
PILÓN PARA LA MAÑANERA (porque no me dejan entrar sin tapabocas): Tiene razón el señor presidente López. Los abuelos debemos leerles a los niños la cartilla moral que mandó imprimir y se está pudriendo en algunas bodegas. Con la transformación educativa en la que está empeñado nuestros nietos acabarán con no saberse ni la tabla del dos, ni la o por lo redondo, ni palitos y bolitas. Mucho menos leer.
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