Por Francisco Tijerina Elguezabal
‘Parece, pero no es.’ // El papá de Yomero
El truco del playback en la televisión o los espectáculos tiene decenas de años. En ocasiones justificado, pero la mayor parte de las veces por seguridad y comodidad, hace que los “artistas” simplemente muevan los labios mientras se escucha una canción grabada, mientras unos músicos detrás simulan que ejecutan la melodía.
Sería ideal el que nuestros políticos pudiesen hacer playback y de esta manera pudiesen ser capaces de controlar sus discursos y mensajes.
No entiendo, lo digo de verdad, de dónde carambas creen estos personajes que de la nada son capaces de improvisar, hablar ante un micrófono o sostener una transmisión en vivo en sus redes sociales.
Sin estructura, guion o preparación, se lanzan como “El Borras” a la aventura de conducir una emisión en vivo, sin la menor idea de qué es lo que van a decir, improvisándolo todo y por ello cometiendo error tras error.
He de confesar que he conocido a algunos que bien pudiesen hacer carrera en la locución, pero la inmensa mayoría son unas absolutas nulidades y está claro que se lanzan a la aventura por su enorme soberbia que les hace pensar que son capaces cuando en realidad no lo son.
Y al final todavía te preguntan: “¿Cómo viste? ¿Salió con madre, a poco no?”
Y no les pidas que lean un teleprompter o que se guíen por un apuntador en el oído, porque es mil veces peor.
Debería inventar un sistema para que los políticos puedan hacer playback. Me volvería millonario.
