Por Carlos Chavarría
No es difícil imaginar las presiones que recibió la hoy ex secretaria de Economía de todos los funcionarios que rodean al presidente y que deben responder a los constructos mentales de un solo propósito, el asegurar que en 2024 se instaure un nuevo “maximato” al más puro estilo callista, sin importar las consecuencias.
Toda la fortaleza electoral de MORENA radica en los grupos de personas que son beneficiarios directos de los apoyos económicos y sin ellos se desmorona el castillo de naipes en que se ha convertido la intención central del gobierno federal.
Conspiran en contra de la estrategia de fortalecimiento de la imagen del régimen, en primer lugar, la inflación inducida por la excesiva liquidez inyectada en la economía, le sigue la recesión consecuencia de una política de no impulsar el crecimiento económico sino la redistribución del ingreso, las elevadas y continuas pérdidas de PEMEX y CFE, y la profundización de la violencia desde el crimen organizado y la política aplicada a la misma de “hacer y dejar hacer”. Todo ello tiene como cereza del pastel, el maltrato a diversas minorías como intelectuales y universidades, a la clase media como un todo, y ni qué decir de todo emprendedor por una vida mejor.
Se multiplican las presiones toda vez que la verdad se convierte a su vez en un asunto de agenda electoral difuminando aquellos rasgos de la gestión publica que crispan el ánimo y fortaleciendo lo vernáculo y populachero, a pesar de la cada vez más frecuente exposición del presidente ante asuntos que ya no soportan la minimización y vulgarización, que antes permitió muy fácil digerir las sucesivas crisis que se le están acumulando a nuestro país y que en algún momento tendrán que estallar.
Ahora ya no especulativo, las fugas de información desde la SEDENA no dejan lugar a dudas, no existe ni siquiera un atisbo de energía transformante en las intenciones de la política oficial, sino una concertación soterrada de intereses, para privilegiar solo lo que al presidente la interesa, todo en función de su muy simplista manera de apreciar y percibir el mundo que le rodea en general y sus “verdades y datos” en lo particular.
La exsecretaria de Economía iba al sacrificio bajo el encargo absurdo propuesto por Bartlett de acabar con el déficit primario del gobierno a través de las tarifas de interconexión y transporte de energía, lo que les facilitaba sacar dinero de la sociedad para transferírselo a los programas sociales que no tienen soporte económico ni de corto o de largo plazo. Se les olvidó que todo derecho constitucional concedido implica fondos que no los produce la economía sin crecer.
Ahora va al relevo en Economía el comodín que dirigía el SAT, la matemática Buenrostro que seguro endurecerá la posición de nuestro país ante los reclamos de los EEUU en materia de energéticos y solo lo hará para ganar tiempo y luego “patear el bote” mas allá.
No tiene salida el asunto de la energía pues en materia de comercio internacional sí existe una gobernanza mundial que se asegura de hacer cumplir los convenios por todos los participantes de la OMC, y México es uno de ellos.
En el curso de la escalada bélica entre los países miembros de la OTAN contra Rusia y China, y con un tino de contracorriente, en el peor momento, se le ocurre a alguien hacer público un convenio de México con Rusia para la operación satelital y tendrá que sacrificarse Ebrard para malabarear su salida sin que se derrumben sus aspiraciones presidenciales.
Ya Ebrard traía el problema del fentanilo, el comercio de armas, y el presidente le monta la crítica presidencial a la propuesta el Parlamento Europeo de conceder ell Premio Nobel de la Paz al actual presidente de Ucrania, Zelensky, que en el más puro estilo de López Obrador puso a Don Miguel Hidalgo de su lado. Solo así se calló el presidente de México.
Ahora no será especulativo, la inteligencia militar de México confirmará muchas de las ideas conspirativas que el presidente colocó en el lado “conservador” de la oposición y para el secretario de Gobernación estará resultando imposible conciliar el conflicto interior. Otro que tendrá que sacrificarse, personaje que tendrá que irse “al lado de la porra”; como bien lo ha dicho Tatiana.
El siguiente que tendrá que sacrificarse sera Monreal, con la intención de lograr el sometimiento del INE a la estrategia electoral de Palacio Nacional.
Solo resta preguntarnos ¿qué ocurrirá cuando todos los sacrificados desde el inicio de la aventura transformadora de MORENA se unan y muestren su rostro y se magnifiquen los Guacamaya “leaks”?.
