Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Por Obed Campos

Para los ingenuos e ingenuas que todavía creen que el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, como se dice coloquialmente “es una dama” por aquello de su presunto afable trato, le tengo noticias: en el Palacio de Cristal de que la perra es brava hasta los de casa muerde.

Debo aclarar puntualmente que la expresión “es una dama” se comenta por los finos modales del munícipe, no vaya usted a pensar otra cosa que no nos consta.

Lo de “perra brava” puede usted averiguarlo en algún breviario de mexicanismos.

Pero el caso, como le platico, es que el joven alcalde de Monterrey con aspiraciones altísimas, como la de alcanzar lo que su padre no pudo, es decir, la Presidencia de la República, tiene buen carácter, aunque hasta baila (muy mal por cierto) “de pajarito”, de puertas para afuera, porque lo que es en la intimidad de los que sirven bajo su mando, me comentan que hay pocos que le soportan los arranques de sátrapa con los que sale, especialmente los lunes que se supone amanece recargado pero llega “perjudicado”.

Si señor, si señora, joven y señorita, una cosa es la carita de ángel que pone el aun alcalde para salir bien en la foto oficial y para sus sueños de campaña de poder alcanzar la primera magistratura del país, y otro el rostro de cuando se quita la máscara.

Y si no, me dicen, que le pregunten a una de sus más allegadas e incondicionales de muchos años, Paola Oliver, quien, como digo, a pesar de serle fiel y leal como ninguna, no ha visto premiado su apego y lealtad a la causa colosista, porque ni siquiera ha sido tomada en cuenta para quedarse con el cargo oficial de Comunicación Social, cosa que ella ejecuta de facto desde que Luis Donaldo era duque entre las duquesas del Congreso de Nuevo León.

Y peor, el apego y la fe que Paola le ha demostrado cabalmente al ahora aspirante a suceder a AMLO, se lo pagó esta semana con una sonora regañada en público, con palabras altisonantes, que mi casta pluma es incapaz de repetir.

Inmerecido castigo, coinciden los asustados empleados de Municipio, quienes sí conocen de cerca los arranques de mandarín del alcalde y que se vieron lastimados también por la reprimenda a Paola.

GESTAPO DE PETATIUX

“No es idea de él, sino de sus cercanos” me dice uno de mis insiders (que yo si les tengo y no necesito pagarles) que me construyen la verdadera “big data” en cuanto al comportamiento del alcalde regiomontano, quien no reside en Monterrey, cuando me comentan que en su paranoia, Luis Donaldo no solo aceptó, sino que financió un cuerpo de espionaje que le da servicio sobre todo en el arte de “tantearle el agua a los camotes” por aquello de las deslealtades, que el munícipe ve y siente (por todos lados y a todas horas) escondidas en los amplios pasillos del Palacio de Cristal.

“Todas las líneas están “colgate palmolive”… hasta las cuentas de Whatsapp y Telegram” me advierte mi informante, quien dice que es el precio que se paga por tener a un paranoico e inseguro como alcalde de la segunda ciudad más importante del país.

Si eso hace ahorita, imagínelo de sucesor de López Obrador: los campos de concentración y reeducación se pondrían a la orden del día. ¿O no?

¿Y LA CHAMBA EN EL SENADO, APÁ?

Muy oronda, la dizque legisladora Indira Kempis presumió que se reunió con Felipe VI, rey de España aprovechando la séptima edición del Global Youth Leadership Forum en la ciudad de Santander (no vaya a creer usted que el banco).

Los no querientes de la presunta senadora le preguntaron en sus redes sociales que a qué horas trabaja si se la pasa del tingo al tango y al Senado va nada más a firmar la nómina.

@obedc
obed@scriptamty.com

Fuente:

Vía / Autor:

// Obed Campos

Etiquetas:

Compartir:

Autor: stafflostubos
Ver Más