Ante la posible desaceleración económica de Estados Unidos y varios países a escala global, México puede presentar una menor actividad en comercio exterior, por lo que el consumo interno y el turismo se volverán los motores que sostendrán a la economía nacional, dicen especialistas y organismos internacionales; informó MILENIO.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) refirió en su último reporte sobre las perspectivas económicas para el país que mejoró su estimado de crecimiento a 2.5% para el cierre de este año y de 1.6% para 2023.
Destacó que el consumo interno será “un motor clave del crecimiento y los servicios relacionados con el turismo continuarán recuperándose gradualmente”, mientras las exportaciones se beneficiarán “de la integración en las cadenas de valor”.
No obstante la OCDE advirtió en su reciente reporte económico que la inflación y la desaceleración que se espera en Estados Unidos mitigarán el desempeño de México.
En tanto, el Banco de México (Banxico) estimó que la economía nacional crecerá 2.8 por ciento en 2023, reafirmando la compleja demanda externa que se espera, principalmente de Estados Unidos.
Por otro lado, el gestor de inversiones BlackRock prevé que en Estados Unidos habrá una recesión, pero no fuerte ni muy marcada, “será un aterrizaje suave” pero el dinamismo en la Unión Americana es un factor a monitorear en México.
Apuntan sus especialistas en un análisis que se debe a la relación de ambas economías y el impacto en las exportaciones, sobre todo porque junto con las remesas, reservas internacionales, inversión extranjera directa y disciplina fiscal, es algo que da fortaleza al tipo de cambio.
Riesgos
La OCDE anticipó que los episodios de volatilidad financiera para 2023 pueden causar una mayor aversión al riesgo, reducir las entradas de capital netas y aumentar los costos de los créditos; informó MILENIO.
Al respecto BlackRock advirtió que aunque se espera una leve recesión en Estados Unidos y eso impactará a México, lo más preocupante es la trayectoria que siga la inflación, tanto nacional como internacional, pues los choques que la propiciaron siguen presentes y es probable que no se llegue al objetivo estimado por los bancos centrales.
En este contexto, la OCDE aseguró que la política monetaria debe mantenerse estricta para anclar las expectativas de inflación, mientras que las medidas para responder a los aumentos de los precios de la energía deben dirigirse a los hogares y las pequeñas y medianas empresas más afectados y proporcionar incentivos para el ahorro de energía.
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