Pedro Castillo, presidente destituido de Perú, acusó que no tuvo antejuicio político y que durante el proceso de vacancia en el Congreso no se realizó un antejuicio político y tampoco se le concedió el derecho a la defensa, «tal como ordenan las leyes peruanas».
«Como he dicho, no he tenido antejuicio político. Segundo, no he renunciado a este derecho constitucional del antejuicio político. Y tercero, mi derecho a la defensa y a las pruebas ha sido vulnerado por este Congreso constitucional», denunció.
A través de Twitter, Castillo rechazó tener la intención de fugarse de Perú tras enfrentar un proceso por delito de rebelión y conspiración al tratar de cerrar el Congreso, intervenir los poderes públicos y gobernar por decreto.
«¿Por qué tengo que fugar del país?, ¿por qué tendría que solicitar mi salida del país?, ¿dónde están las pruebas que quiero huir? No he matado, no he robado y no he vulnerado a nadie», se dirigió Castillo al juez que lleva su caso.
Castillo puntualizó que si tiene que rendir cuentas, lo hará siempre en Perú, pues no ha tenido la menor intención de salir de ese país.
«Si tengo que rendir cuentas, en honor a la verdad, lo haré siempre en mi país. Nunca he tenido, ni siquiera, la menor intención de salir de este país, porque he asumido y asumo el mandato más importante y sagrado que me ha dado este pueblo como presidente de la República», añadió.
El 29 de diciembre de 2022, un tribunal peruano ratificó la prisión preventiva de 18 meses para Pedro Castillo, recluido en una prisión policial tras su fallido intento de golpe de Estado el 7 de diciembre.
Castillo, de 53 años, está recluido en el penal Barbadillo, dentro del cuartel de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía.
La caída de Castillo ha desatado violentas protestas que dejaron, hasta el 15 de enero, 50 muertos y cientos de heridos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes exigen la renuncia de Dina Boluarte, presidenta de Perú, el cierre del Congreso y el adelanto de elecciones para este año.