Por Félix Cortés Camarillo
Cuauhtémoc Cárdenas, como dice la conseja popular mexicana, hizo hace cinco siglos otro Cuauhtémoc entregó a su oponente las armas para que le doblegase.
Este lunes que pasó, en el sermón pontificio de las mañanas, el presidente López se lanzó al cuello del hijo del general y presidente Cárdenas, quien además es un icónico líder de una parte importante de la izquierda mexicana. Supuso Lopitos que el Ing. Cárdenas había inspirado y apoyado durante largo tiempo un movimiento nuevo de oposición cívica que cuestiona por igual la efectividad práctica de su gobierno y el perfil ético de todo su movimiento.
Sin tener otros datos y a pregunta de un periodista, lanzó al anatema que condenaba a Cuauhtémoc a la hoguera reservada a los reaccionarios y corruptos. El que no está conmigo está con la oligarquía.
Un par de horas más tarde Cárdenas metió reversa y dio a conocer una carta señalando que ya se había distanciado del movimiento llamado ahora Mexicolectivo, “por motivos políticos” y por ello no había estado presente en el anuncio de esta nueva plataforma.
Hay muchas nebulosas en este asunto. Si el presidente López, que según sus palabras “está enterado de todo”, ¿por qué no se acercó a Cárdenas para aclarar esto antes de hacerlo público de esta brutal manera? Medios para hacerlo le sobran: en el círculo más cercano del presidente está Lázaro Cárdenas Batel, hijo del ingeniero.
Si Cuauhtémoc Cárdenas estaba decidido a separar su persona pública de este movimiento, ¿por qué no lo hizo antes del anuncio formal, sabiendo que públicamente se había mencionado el vínculo que tenía con él?
Caray, hay muchas cosas dudosas.
Salvo que nos estén engañando con la verdad. No sería la primera vez.
PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): Los que apariencia manejan el futbol profesional en México estuvieron anunciando un buen tiempo la tremenda transformación que iban a implementar para poner remedio a la crisis que ese deporte, el favorito de los mexicanos, ha venido arrastrando durante los últimos dos decenios al menos. La manifestación más notable de ese fango en que el futbol mexicano está hundido es sin duda el lamentable desempeño de la selección nacional en el mundial de Catar. El anuncio de la Federación Mexicana de Futbol y de la Liga MX fue un auténtico parto de los montes. Una serie de medidas anunciadas como proyecto a discutir por los dueños de los clubes dentro de dos o tres meses. Así pretenden salvar el balompié mexicano.
Una de las medidas que fueron acogidas con cierta simpatía por los aficionados es la reducción de jugadores extranjeros por equipo en los torneos, bajándolo a siete en cancha. A mí me llama la atención el invento lingüístico que aquí ha surgido: a los extranjeros se les llama NNM, por no decir no nacidos en México. ¿Qué significa esto? ¿Hay mexicanos de primera y de segunda? ¿Estamos dando un salto pa´tras conceptual a los tiempos en que había mexicanos por nacimiento y mexicanos por naturalización? Hace tiempo que hay mexicanos y punto, iguales.
Claro, el futbol profesional en México es coto exclusivo de caza de media docena de señores del poder fáctico, tolerados y apapachados por el gobierno.
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