El ex mandatario Humberto Moreira fue el intermediario para que García Luna ‘limpiara’ su imagen, afirmó el testigo.
El ex tesorero de Coahuila, Héctor Villarreal Hernández, detalló la presunta ayuda brindada por Humberto Moreira a Genaro García Luna, aprovechando que el entonces gobernador llevaba muy buena relación con directivos de un medio de comunicación mexicano, El Universal.
Dijo que el acusado le pidió ayuda a Moreira pues “había rumores de un presunto secuestro y lo empezaban a ligar con un tipo de los cárteles”. Así que García Luna pidió ayuda para acercarse a dicho medio, a lo que Moreira respondió “sin ningún problema”.
Cuando se pactó la ayuda, el testigo asegura que le tocó presenciar los primeros pagos de 25 millones de pesos mensuales a El Universal que recibía de parte de Genaro García Luna. Recuerda haber acompañado a Sergio Montaño, una persona que trabajaba con García Luna, a entregar el pago y haber visto el dinero que este personaje llevaba en una bolsa.
Para la segunda ocasión, Montaño pidió a Moreira un préstamo de 10 millones de pesos para completar otra entrega mensual. Mostró un recibo de aquel pago que guardó y cuyo concepto era “Publicidad Campaña para el rescate al Turismo 2009”.
–¿Y esos diez millones fueron para el turismo?– lo atajó la fiscal.
–No, esa actividad nunca se llevó a cabo –dijo el cooperante de la fiscalía.
El testigo narró una fiesta en Coahuila donde el directivo del medio tenía una casa en la cual se acordó que sería el padrino de la hija de Moreira, quien acababa de contraer matrimonio y se esperaba que fuera madre pronto. También confió haber estado en dos lugares distintos que pertenecían al ex secretario de Seguridad Pública.
El primero fue un penthouse en un edificio de la colonia Santa Fe, “muy bonito con terraza grande”, y donde presuntamente García Luna habría dicho a Moreira “todo va muy bien” refiriéndose en la relación con el medio de comunicación.
La segunda ocasión fue en Cuernavaca en una casa con heliopuerto a la cual llevó a Moreira pues García Luna “le iba a dar un aventón a la Ciudad de México”.
Más temprano en la sesión del mediodía, el ex tesorero Villarreal Hernández reveló una reunión en el edificio conocido como el Bunker, donde el entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna “nos ofreció un servicio donde con un mensaje al celular se podía analizar llamadas y mensajes que se llamaba Pegasus”, recordó.
Villarreal Hernández, quien fue acusado en Estados Unidos de lavado de dinero, será sentenciado en abril de este año en una corte del sur de Texas; sin embargo, no aparece con ropa de presidiario, lo cual significa que ya no está preso en prisión alguna.
Conto que a través de un esquema corrupto en el cual se cobraban “comisiones ilícitas” a quienes querían invertir en obra pública, lograron ganar cerca de 200 millones de dólares entre el 2005 cuando comenzó a trabajar con el recién electo gobernador Humberto Moreira, hasta el 2011.
Destacó que el gobernador señalaba a las empresas que debían invertir en el estado la cual familiares o prestanombres eran los dueños. Recordó como con las utilidades compraban casa, ranchos, tierras, departamentos en la playa y hasta “un avión en el cual el gobernador y sus socios viajaban. “También comprábamos medios de comunicación, radio, televisión, shows”.
Dijo que la intención de “comprar medios” era la de tener una mejor imagen, pero que además era una forma de ayudar “a quien se iba a lanzar por un puesto de elección popular” pero también podrían dañar a alguien si se lo propusieran.
Compartió que él era el encargado de enviar las declaraciones patrimoniales tanto las propias como las de Moreira, donde no actualizaba “todos los activos que se iban adquiriendo”.
Cuando la fiscal le preguntó si el encargado de la Secretaría de la Función Pública estatal le pedía otros documentos para transparentar las declaraciones de Moreira, el testigo le dijo que no “pues a ese secretario lo había puesto el mismo gobernador”.
Aclaró que en dicho esquema corrupto Moreira ayudaba a otros candidatos a gobernador u otros puestos de otros estados comprándoles despensas, prestándoles el avión o pagándoles publicidad o entrevistas en medios que presuntamente tenían comprados, “con la intención de que al gobernador le debieran favores”.
Habló Héctor Villarreal de la vez que acudió con el gobernador Moreira a buscar obtener ayuda del secretario de Seguridad Pública para proyectos de seguridad en Coahuila y fue cuando les dieron el tour por el Bunker donde hicieron la prueba de Pegasus con uno de los empleados de Coahuila del cual pudieron ver desplegado en minutos el contenido de su celular.
–¿Compraron Pegasus? –atajó la fiscal que interroga.
–No lo hicimos pues no queríamos que gente del estado pudiera ser espiada.
