Por Francisco Tijerina Elguezabal
“No es lo mismo hacer,
que hacer como que haces”
Yomero
¡Ah que nuestros políticos, les encanta hacer “chow”!
Y no, no es que me haya equivocado y escrito mal la palabra, lo hice a propósito porque el de ellos no es show, sino una mera simulación, un hacer como que hacen sin verdaderamente hacer nada.
El relajo que se armó el domingo por la fumarola amarilla emitida por la Refinería de Cadereyta nos dejó ver la mejor versión del chow que saben armar nuestros funcionarios públicos.
Cuando anotas un gol dándole al balón “de bote pronto” resulta muy espectacular, pero de esas sólo te salen una o dos de cada diez, porque con la falta de control no se puede afinar la puntería y colocar la pelota en las redes. Igualito pasa con la información, responder “de bote pronto” hace que cometas errores o por lo menos no tomes en cuenta información relevante.
Así, ante el sarao que se formó, el Gobernador no se pudo aguantar y salió a decir lo primero que se le ocurrió que era protestar y sí, muy bien; decir además que pediría explicaciones, lo cual está bastante mejor; informar además al Presidente, lo que resulta apropiado, pero… siempre hay un pero donde se excedió fue cuando dijo que habría severas sanciones.
Y es que no es igual el vamos a investigar y en su caso aplicar las medidas correspondientes, a afirmar que habrá sanciones, las cuales nunca llegarán, porque a pesar de la ostensible fumarola replicada millones de veces en las redes sociales, lo cierto es que habría que hacer estudios técnicos para conocer el contenido de esas emisiones y eso va a tardar.
Por el rumbo del chow el Secretario del Medio Ambiente que corrió presuroso a la Refinería con la intención de clausurarla y lo devolvieron con cajas destempladas al decirle que era domingo; pretendió dejar en la puerta un exhorto y no se lo recibieron, lo quiso pegar en una ventana de la caseta y no lo dejaron, por lo que no le quedó de otra que pegarlo en un poste.
Pero si de un lado se lucen, del otro no se hacen menos. El comunicado explicativo de la causa, motivo, razón y circunstancia de la fumarola amarilla emitido por Pemex no tiene desperdicio. Mire que decir que se trató de “un desfogue controlado como protocolo de seguridad”, es tener harta creatividad, para después afirmar: “Este procedimiento, que se aplica de manera preventiva, generó —durante siete minutos— una columna de humo, cuyo contenido era 99% de vapor de agua y el 1% restante era remanente de hidrocarburo, lo que le dio coloración amarilla a la columna de vapor.
Ora resulta que el hidrocarburo pinta amarillo… enterémonos pues.
Unos y otros viven la era de las redes sociales, se suben a todos los pleitos y contestan todos los retos, con o sin información, con o sin razón. Quieren hacer show, pero desafortunadamente sólo consiguen hacer su “chow”.
