Por José Jaime Ruiz
El Poder Judicial, ciertamente, es autónomo, pero no es independiente. Poderes fácticos lo compran, ya sea la oligarquía o el crimen organizado. La desigualdad no sólo se manifiesta en lo económico, en la distancia abisal entre ricos y pobres, también en lo judicial porque la justicia no alcanza a los pobres, a los desposeídos.