Por Obed Campos
Hay quienes se creen políticos y dicen entender la política, solo porque han pasado gran tiempo de su vida enquistados en los presupuestos oficiales, no para servir, sino más bien y está comprobado, para enriquecerse de los dineros públicos.
Ahora, cuando llega a Nuevo León un Gobierno con ideas de vanguardia, con acciones de alto impacto social, como las que atienden a los nuevoleoneses más vulnerables… Que atienden a quienes por años fueron utilizados por los partidos políticos para satisfacer sus más negros intereses, se sienten y se dicen ofendidos.
La política del actual gobierno ha calado hondo y llegó al epicentro del serio problema social y dejó al descubierto la ambición de quienes prometieron al pedir el voto velar por los intereses de la sociedad.
La supuesta transparencia que pregonaban y vendían en sus propuestas de campaña, solo fue una falsa bandera, una mentira total, una real falsedad.
Cuando se les exige rendición de cuentas, cuando se les cuestiona en el que van a utilizar los dineros del pueblo se dicen insultados, porque ya sentían el sabor del presupuesto ajeno.
Ponerle nombre a esos partidos políticos y a quienes se escudan en ellos para seguir viviendo de las arcas oficiales, no tiene caso, todos saben perfectamente quienes son.
El que delinque es un delincuente y merece ser castigado por las leyes correspondientes.
Ejemplos de que el gobierno en turno está trabajando por un mejor Nuevo León hay muchos y solo basta voltear a lo que hacen las Secretaría de Economía, la de Igualdad e Inclusión, la de Desarrollo Agropecuario, la de Medio Ambiente, para atraer inversiones extranjeras, combatir la pobreza y pobreza extrema o ayudar al agro, entre otras acciones.
El pueblo, la sociedad nuevoleonesa sabe que el gobierno que eligió trabaja, que es un gobierno capaz de resolver y actuar.