Por Félix Cortés Camarillo
A los 86 años de edad el Papa Francisco fue sometido a una misteriosa laparotomía en la pared de su vientre, por una hernia postoperatoria incarcerada. Tradicionalmente, la salud del líder de la iglesia católica se oculta por sistema. Desde el hipo que causó la muerte de uno lejano, hasta el avanzado Parkinson de otro reciente. Nos enteraremos, tal vez, de los padecimientos de Benvoglio cuando fallezca; después de todo, es un ser humano como nosotros.
Menciono la circunstancia indubitable porque entre los cánones de la Iglesia que la política –especialmente la mexicana– adopta como suyos está la obediencia no solamente ciega, sino desbordada a la histeria. No basta ser dócil hasta la ignominia con el gobernante máximo: hay que ser aún más radical. Más papista que el propio Papa.
Esa conducta lacayuna se fomenta desde el Palacio Nacional cada mañana con la interpretación que cada uno de los discípulos del Señor presidente haga. En este tenor, el gobernador de Veracruz. Ese de quién el mismo Lopitos ha expresado que “finalmente” Veracruz tiene un gobernador digno.
Dignidad es precisamente lo que menos tiene.
Su traducción de la fobia idiota que López tiene hacia el poder judicial que no se ha doblegado a sus dictados, el gobernador Cuitláhuac se ha excedido. Ha mandado arrestar, maltratar, robar, asediar y consignar a una jueza, incapaz de decir a pregunta directa bajo qué cargos se le había detenido, con la imbécil respuesta de que “ella es jueza, ya sabrá defenderse”.
Los veracruzanos no merecen ese tipo de conductas ni violaciones a los procedimientos y leyes establecidos. Aquí no se trata de simpatías o antipatías por una miembro del poder judicial. Aquí se trata solamente del respeto a la ley.
Cosa que al gobernador le importa un pito.
Digo pito de silbato.
PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): Una aportación para la antología poética –y política– de Samuelito, el gobernador de Nuevo León. Entrecomillas: “Ya arreglamos movilidad, el aire, el agua; lo que nos falta es seguridad” ¿Le cae, señor gobernador?
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