El especialista en el tema detalló que ante esta situación es recomendable usar protector solar y que también es bueno cuidar la vista, esto a partir de los indicadores UV en amarillo.
Si bien los regiomontanos en estos días tendrán que estar alerta de las altas temperaturas, que podrán alcanzar hasta los 44 grados centígrados, otro de los aspectos a los que deberán poner atención es la radiación ultravioleta a la que están expuestos, pues de acuerdo con especialistas, ésta se ubica en su punto máximo; informó MILENIO.
Humberto Martínez, profesor de las carreras de Ingeniería en Innovación Sustentable y Energía, así como de Ingeniería Civil y Ambiental, de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la Universidad de Monterrey (UdeM), explicó en entrevista exclusiva para la plataforma MILENIO–Multimedios que la radiación alcanza hasta niveles de 12 o superiores, aunque también mencionó que la escala oficial puede ir de colores verde a morado.
“La radiación que tenemos ahorita varía conforme va avanzando el día, si sales a las 08:00, es más o menos de uno, pero a las 17:00 es de 12, que es cuando se puede salir sin bloqueador, antes de las 08:00 y después de las 17:00, pero sigue subiendo, porque para las 09:00 ya tenemos un nivel cuatro, para las 12:00 el nivel es extremo, entre las 12:00 y las 14:00 es la hora más sensible”, dijo el especialista de la Universidad de Monterrey.
Agregó que ante esta situación es recomendable usar protector solar y que también es bueno cuidar la vista, esto a partir de los indicadores en amarillo.
“Hay que usar protección solar a partir del nivel moderado, es decir, cuando uno ve en el celular que la radiación ultravioleta está en amarillo, a partir de ahí es necesario usar protector solar. En cuanto a los lentes, sí son recomendables, porque la radiación ultravioleta quema”, mencionó Martínez.
Detalló que no necesariamente las radiaciones ultravioleta están asociadas a temas de temperatura, sino más bien a la forma en que llegan los rayos desde la atmósfera.
“La radiación ultravioleta B, la que es la peligrosa, o la A, son las que normalmente llegan a pasar hasta nosotros y lo que queremos es que haya una mayor cantidad de atmósfera, entonces las horas en la mañana son en las que hay una menor exposición, porque la atmósfera ya lo absorbió (…). El ultravioleta A es un tipo suave, el ultravioleta B es intermedio y así van subiendo, cambian los tipos de colores.
“Nosotros no tenemos capacidad para detectar la ultravioleta, pero tenemos aparatos o medidores de clima que nos ayudan a medir las intensidades (de radiación ultravioleta) que nos está llegando”, refirió el profesor de Ingeniería Civil y Ambiental.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la intensidad de la radiación ultravioleta depende de factores como la altura del sol (cuanto más alto, la radiación es más intensa, suele ser en los meses de verano), la latitud (cercanía con el Ecuador), reflexión por el suelo (pavimento, tierra, agua, entre otros), nubosidad (puede ser alta incluso con nubes), el ozono y la altitud (a mayor altitud la atmósfera es más delgada).
“En el ser humano, una exposición prolongada a la radiación UV solar puede producir efectos agudos y crónicos en la salud de la piel, los ojos y el sistema inmunitario. Las quemaduras solares y el bronceado son los efectos agudos más conocidos de la exposición excesiva a la radiación UV; a largo plazo se produce un envejecimiento prematuro de la piel como consecuencia de la degeneración de las células, del tejido fibroso y de los vasos sanguíneos inducida por la radiación UV. La radiación UV puede producir también reacciones oculares de tipo inflamatorio, como la queratitis actínica.
“Los efectos crónicos comprenden dos grandes problemas sanitarios: los cánceres de piel y las cataratas”, detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Imagen portada: MILENIO