No, México ya no es el gigante de la Concacaf, lo mejor será quitarse esa idea de la cabeza, sentarse a reflexionar de manera concienzuda cuál es el camino que se quiere, porque la realidad es que la selección mexicana no tiene personalidad y mucho menos futbol. El cuadro de Diego Cocca perdió 3-0 con Estados Unidos, que se llevó por delante al conjunto mexicano, que se queda sin final de la Nations League, pero lo más preocupante es que el conjunto norteamericano se ha convertido en un rival que tiene sometido al conjunto Tricolor en lo anímico y en lo futbolístico; publicó MILENIO.
El avance de México ha sido nulo, casi medio año después del fracaso en Qatar hoy no se ve un equipo que haya dado un paso al frente con la pelota, no se ven jugadores que asuman el liderazgo sobre el césped, que lleven al equipo a un sitio diferente, eso, en gran parte, tampoco lo ha podido imprimir Diego Cocca, el argentino, que se encuentra en el punto de mira, ha perdido un duelo clave en su corta gestión, uno que quizá tenga consecuencias en el futuro inmediato.
Poco que contar
Ambos equipos plantearon un duelo físico, los dos tuvieron sus intenciones, pero también sus errores, iban a una especie de correcalles, pero sin claridad en la última zona, donde los yerros fueron también una constante.
Antuna fue quien buscó por México causar estragos en su banda, mientras a Orbelín no lograban tomarle la matrícula, pero Estados Unidos ya no es un equipo que se estrese, es una escuadra que sabe gestionar los momentos, y lo de anoche tenía más mérito cuando apenas tienen unos entrenamientos con su técnico.
De a poco Team USA se fue soltando, pero también llegaba a la última zona y carecía de encontrar una buena jugada en la que pudiera causar daño. Lo intentaba México con Antuna y llegaba la respuesta norteamericana, acciones de arrebato, pero no de buen futbol, hasta que el propio Pulisic gestó una buena acción individual en la que se fue de Edson, sacó a Ochoa, lo dribló, pero se llenó de balón y definió por encima del larguero, primer aviso serio y primera llamada de atención para el Tricolor.
Gol de Estados Unidos
— TUDN MEX (@TUDNMEX) June 16, 2023
🇺🇸 1-0 🇲🇽
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El juego volvió a ser un duelo físico, y antes del descanso vino el error de México. Edson recuperó un balón, lo jugó atrás con Jorge Sánchez, pero fue un toque muy fuerte, y al defensa se le escurrió la pelota y se la cedió a Pulisic, el atacante norteamericano, más punzante, ahora no falló y con un tiro cruzado venció a Ochoa al 37’.
Una pesadilla
México estaba desdibujado, no había sido capaz de generar algo en ataque. Y lo que vino al inicio del segundo tiempo fue igual de lamentable. En una pelota larga Timothy Weah superó a Víctor Guzmán, mandó un centro y Pulisic remató a placer en el área. Estados Unidos ponía un gran trecho de por medio al 46’.
La respuesta de México fue estéril, no hubo arrebato, no hubo rebeldía futbolística y los cambios de Cocca tampoco mejoraron el equipo, sacó a un inadvertido Henry Martin para darle juego a Santiago Giménez y también entró Ozziel Herrera, por Gallardo, buscando más vértigo por una de las bandas, pero México cayó en un terreno ríspido, de choque y no buscó darle la vuelta desde el manejo de la pelota y la construcción de juego.
El tercero lo marcó Ricardo Pepi al 79’, cuando México ya estaba sin pies ni cabeza, cuando el equipo de Diego Cocca sacó la impotencia con golpes, pura frustración de un equipo rebasado de principio a fin en lo futbolístico y que acabó con dos expulsados. Y luego, la vergüenza en las gradas cuando el partido se tuvo que detener por el grito homofóbico. La selección mexicana fue una vergüenza, un bodrio de principio a fin.
Imagen portada: MILENIO