Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
@lostubosmty
Más de cien fuegos en los aparejos. Las llamas de la procuración y de la administración de justicia reclaman a Francisco Cienfuegos Martínez. Su orden de aprehensión será dada cuando el timing de Palacio Nacional lo decida. Paco Cienfuegos está en la mira de la Fiscalía General de la República y de la Unidad de Inteligencia Financiera. Cienfuegos podrá prolongar sus vacaciones, pero sus vocaciones corruptas lo hundirán.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se enamora de la obra pública, de la inversión pública, por eso su talante empático con el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda. Nadie en 25 años le había puesto la vista al Acueducto II, creo que el visionario fue el ex gobernador Benjamín Clariond, quien también recomendó renegociar con Tamaulipas el agua que pasa por Nuevo León.
Para que la política se cumpla es necesario comentar lo que hablaron o no hablaron el presidente y el gobernador para afrontar el 2024. No creo que AMLO se oponga a una senaduría de Mariana Rodríguez ni a una reelección en Monterrey de Luis Donaldo Colosio. Samuel Alejandro ya convenció al presidente que para gobernar Nuevo León hay que sacudirse la plaga del PRIAN y, por tanto, ayudará a García Sepúlveda, mediante la recomendación a la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera, a perseguir a los corruptos Francisco Cienfuegos, Zeferino Salgado y Carlos de la Fuente.
Es aviso real: Samuel Alejandro facilitará el triunfo de Claudia Sheinbaum y AMLO el de Mariana Rodríguez. En las otras negociaciones entran variables y variaciones o confrontaciones, es decir, si Movimiento Ciudadano tiene votos, bien; si Morena obtiene votos, también. Antes se decía que había que jugar en buen lid, eso es lo que pasará acá.
Las interminables vacaciones de Paco Cienfuegos, quien tiene su domicilio fiscal en Coahuila, terminarán cuando lo busque la Interpol. Jugar a las vencidas en contra del presidente es un grandísimo error. Los documentos en contra de Cienfuegos lo condenan. El PRIAN se equivocó en Nuevo León al apostar en contra de la Cuarta Transformación. Evidentemente pragmático, Samuel Alejandro se puso del lado de López Obrador y de Claudia Sheinbaum, la próxima presidenta.
Chefo, Paco y Chale construyeron el acueducto de la corrupción. Samuel Alejandro y Andrés Manuel, el acueducto que alejará la sed del área metropolitana de Monterrey. Hay niveles, diría el clásico, hay diferencias. Y lo diferente es que el PAN y el PRI a nivel nacional se extinguen. El PRI perderá su registro en muchos estados del país, el PAN se mantendrá como un partido de derecha, pero cada vez más Movimiento Ciudadano lo suplirá entre los jóvenes de 18 y 36 años.
No existe salida para Paco, Chefo y Chale. Si Paco ya huyó, los panistas empiezan a hacer maletas. La documentación del fraude facturero y también enriquecimiento inexplicable de Paco contaminará al PRI y a los candidatos priistas al Senado, a las diputaciones federales y locales. Quien quiera ganar una elección democrática, tendrá que alejarse de los personajes corruptos, Cienfuegos, Zeferino, Chale.
La investigación en contra de Francisco Cienfuegos Martínez es extremadamente seria. La indagatoria contra Zeferino Salgado, también. Por ahora me reservo el derecho de admisión de los documentos que me dieron desde la federación. Política y electoralmente el PRIAN ya perdió Nuevo León.
Si los priistas creen que con Paco Cienfuegos ganarán una alcaldía, una diputación federal o local, una regiduría, se equivocan. Si los panistas creen que con Chefo Salgado ganarán una alcaldía, una diputación federal o local, una regiduría, se equivocan. Si siguen las indagatorias, ni Paco Cienfuegos ni Zeferino Salgado estarán en pluris o boletas electorales, estarán en la cárcel. Si alguien piensa que Andrés Manuel López Obrador y Samuel Alejandro García Sepúlveda hablaron solamente del acueducto, se equivoca, hablaron del Cuchillo, de un cuchillo bien afilado.
