El dirigente de Morena asegura que el ex canciller no ha demostrado la supuesta intervención de la Secretaría del Bienestar y califica de “debate sin sentido” que ponga en duda a las encuestadoras
El líder de Morena, Mario Delgado, minimizó las quejas y denuncias de Marcelo Ebrard contra Claudia Sheinbaum, pues consideró que no ha presentado ni una prueba de la supuesta intervención de la Secretaría del Bienestar y calificó de “debate sin sentido” que siga poniendo en duda a las encuestadoras sorteadas; informó MILENIO.
Sobre la acusación del ex canciller de supuestos acarreos e intervención de la Secretaría del Bienestar para operar a favor de la ex jefa de Gobierno, Delgado afirmó que solo tienen una carta de Malú Mícher como representante de Ebrard, pero no han podido presentar una sola prueba.
“Las cartas que nos han mandado no contienen ninguna prueba y nos piden actuar contra una secretaría de Estado, es ilógico; tampoco han presentado denuncias ante las autoridades, y qué bueno, porque no hay nada contundente.
“Malú entregó una carta, hace referencia al evento que tuvo Ebrard y dice que ahí se presentaron pruebas contundentes, pero es público, no hay pruebas”.
Agregó que le parece ilógico que acusen a Morena de no intervenir en una secretaría, pues reiteró que la dependencia señalada por Ebrard depende del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“En la carta hay un claro reclamo al partido por supuesta omisión, pero su señalamiento es a la Secretaría del Bienestar, que está claro que el jefe es el Presidente, y él ya dio respuesta”.
Respecto a la inconformidad de Ebrard sobre las encuestadoras ganadoras en el sorteo y que como MILENIO reveló, las dos acusadas de ser promotoras de Sheinbaum fueron propuestas también por Manuel Velasco, Delgado lo calificó de “un debate sin sentido”.
“Nosotros establecimos una regla para ver cuáles encuestadoras podían participar, ellos difirieron, pero alguien tenía que tomar una decisión y le correspondía a la Comisión de Elecciones. Es un debate que no tiene mucho sentido, pues estaríamos asumiendo que quien proponga encuestadoras tiene ventaja, y no es así.
“El papel de las encuestadoras está muy vigilado por la y los aspirantes, no hay manera de que alguien quisiera alterar el resultado, y será una encuesta 100 por ciento auditable, con papel seguridad, firmada por cada uno de los representantes, no hay espacio para la manipulación o la sospecha”.
Acusó que critiquen las reglas cuando el resultado no les favoreció, esto luego de que Ebrard fue la única corcholata que no logró tener una encuestadora en el sorteo.
“Fue cuestión de suerte y hay reglas definidas (…) esta es una contienda real, no simulada, pero nada que nos divida, yo veo a todos participando con mucho compromiso y gran lealtad al Presidente y a la 4T”.
Además, defendió la selección de encuestadoras al reiterar que todo fue transparente y ante notario público; reportó MILENIO.