El nearshoring es una oportunidad para propiciar el crecimiento económico de México, principalmente de Nuevo León, pero hay algunos retos que se tienen que atender, problemas relacionados con la movilidad, vivienda, contaminación, el suministro eléctrico y agua; informó MILENIO.
Osmar Zavaleta Vázquez, decano asociado de investigación de la Escuela de Negocios y EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, dijo que se tienen que definir lineamientos y política pública.
Zavaleta habló en la presentación del estudio “Nearshoring. Retos y oportunidades para la integración y el fortalecimiento de las cadenas globales de valor en México”, realizado por catedráticos del EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.
“Sí México de alguna forma logra suplir el papel de China como proveedor de manufactura para Estados Unidos esto detonará una demanda tremenda de los productos mexicanos, sin duda alguna, sí esto se da deberá propiciar crecimiento y desarrollo económico que deberá traducirse en bienestar para la sociedad”.
Sin embargo, advirtió sobre los desafíos que hay.
“Tenemos problemas de escasez de agua, vivienda y movilidad, además de contaminación, de modo que en el proceso de atracción de IED será necesario que se definan las políticas, los lineamientos, las regulaciones para que este proceso de atracción de IED se dé de manera ordenada”.
Apuntó que, sin duda, a mayor actividad económica mayor crecimiento.
“Esto va a incidir en una mayor demanda de energía eléctrica, y de todas las estimaciones que hicimos revela que un aumento en la demanda de electricidad de 0.87 por ciento por cada punto porcentual que se eleve el PIB”.
En ese sentido, queda claro que ante la inminente entrada de inversión al país, la necesidad es de fortalecer el sistema eléctrico.
Por otro lado, se han dejado de hacer desarrollos para la generación de electricidad, son algunas estimaciones que se hicieron en 2018, 70 GW, lo que se estimaba entonces era una generación de 80 GW, eso no se dio porque en el 2019 lo que realmente se generó fue ligeramente a lo que se generó en 2018, pero está lejos del pronóstico para ese año, y lo mismo para los siguientes tres años.
Lo que habla del rezago en la capacidad de generación que se ha dado en el país, entonces si no tenemos la infraestructura adecuada lo que se está demandando de energía eléctrica, pudiera ser un factor que frene la generación de IED, ese es el mensaje.
“Algunos desafíos de este proceso de relocalización. Aquí hablamos de la necesidad que tenemos de diversificar los centros regionales de exportación, esto es muy importante porque de alguna forma tenemos a través de los lineamientos, de políticas públicas, las reglamentaciones que sean necesarias, tenemos que propiciar el hecho de la articulación de las cadenas de valor se den de manera apropiada y balanceada entre los estados del norte y del sur, en la medida de que esto sea posible, pero hay que trabajar con desarrollo y procesos de capacidad y talento”, indicó Zavaleta.
Por su parte, Eduardo Saucedo, profesor investigador de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, consideró que los municipios pegados a los 18 ayuntamientos que conforman el área metropolitana de Monterrey pueden ser los que salgan más favorecidos con la oleada de inversión producto del nearshoring.
Por ejemplo, García por la cercanía que tendrá con la gigafactory Tesla.
Además la periferia será lo más barato en cuanto a renta de vivienda.
Zuazua y Ciénega de Flores también crecería mucho, porque estos municipios son hoy lo que era Apodaca hace 25 años.
Mencionó que, en un escenario muy positivo, si el nearshoring llegara a ser un éxito en el país, al cabo de 10 años el crecimiento del PIB pasaría de un 4.0 por ciento a un 6.0 por ciento.
Imagen portada: MILENIO