Urge resolver los temas de migración y fentanilo para evitar riesgos con el siguiente gobierno; aun sin el Congreso podrá cambiar el T-MEC: internacionalistas
México debe prepararse para un posible triunfo de Donald Trump o algún otro candidato del ala radical republicana en la presidencia de Estados Unidos, que acrecientan su discurso nacionalista aprovechando la crisis migratoria y el problema del fentanilo; de ganar las elecciones, interpondrán mecanismos para el regreso de inversiones o modificación del T-MEC, opinaron expertos en relaciones internacionales; informa MILENIO.
El país debe apresurarse para resolver de manera bilateral el problema del fentanilo y la crisis migratoria para evitar que esta tensión en las relaciones trascienda al próximo gobierno de EU “y puedan dejar de fluir las inversiones pendientes que suman más de 110 mil millones de dólares, alentadas por el nearshoring que Trump quiere en su país”, señaló el director del Centro de Estudios México-EU de la Universidad de California en San Diego, Rafael Fernández de Castro.
Fernández de Castro consideró que esos dos temas han viciado la relación bilateral a un nivel sin precedente que de no resolverse, los precandidatos republicanos aumentarán su golpeteo hacia México “que va a pasar de ser piñata política a enemigo público».
“Los cientos de migrantes que diariamente abarrotan la frontera es explosivo para Biden, es kryptonita para que lastima mucho al demócrata frente a un Trump que de acuerdo a sondeos de Five-Thiry-Eight cuenta con 53.5 por ciento de las preferencias pese a los problemas judiciales que enfrenta”, explicó Fernández de Castro.
“De ganar Trump o algún republicano del ala dura, van a presionar mucho para que las cosas resulten a su favor, y por eso México debe estar preparado haciendo desde ahora esfuerzos mayores para resolver esos problemas en un ambiente en que el gabinete de Biden antepone el diálogo y la colaboración”, advierte el doctor Desilus Bendreff, especialista en comercio internacional e investigador de la Universidad Bard College Levy Economics Institute New York.
“Debemos recordar que aun cuando Trump renegoció el acuerdo comercial, lo hizo a regañadientes y su intención siempre ha sido que los beneficios sean mayores en su país o utilizar este acuerdo como forma de presión para que México acate sus determinaciones”, subrayó en entrevista con MILENIO, Raquel Saed, internacionalista por la Universidad Iberoamericana.
Saed expuso que esta narrativa de los republicanos está enfocada a presionar más a la administración de Biden para la extensión del muro fronterizo, que es el principal tema de Trump rumbo a su segundo mandato, que de obtener el triunfo, nos volveríamos a enfrentar a sus amenazas para resolver temas bilaterales que podrían extenderse al intento de modificación del T-MEC, aun sin el apoyo del Congreso de Estados Unidos aplicado el recurso denominado acción ejecutiva.
La académica dijo que lamentablemente el conflicto en Medio Oriente entre Israel y el grupo terrorista Hamás, está siendo aprovechado por los republicanos para alimentar su discurso de odio y miedo ante lo que califican falta de seguridad en su frontera con México e incluso, sin pruebas, argumentan que ante la falta de controles, terroristas de Hamás se están infiltrando entre los flujos migratorios.
Carlos Heredia Zubieta, maestro en economía por la Universidad McGill de Montreal y profesor invitado en American University Washington DC, anticipó que el primer impacto en el proceso electoral en Estados Unidos es que México volverá a ser la piñata de los legisladores y precandidatos sobre todo republicanos que en vez de buscar diálogo y soluciones amenazan con bombardear o invadir algún lugar de territorio mexicano.
“Esto no va a suceder, pero es una retórica que no puede desconocerse y más porque en algunos foros ya se habla de que México se está convirtiendo en enemigo de la Unión Americana para buscar una salida falsa al problema del fentanilo en que están involucrados políticos de ambos lados de la frontera”, señaló Heredia.
Fernández de Castro expuso que si bien México ha tenido una negligencia en el tema del fentanilo, las cosas son mucho más complejas porque lo que enfrenta Estados Unidos es un problema de salud pública debido a que permitió que las farmacéuticas envenenaran y enviciarán a parte de su población con drogas para quitar el dolor y ahora esos pacientes ya adictos, están buscando justamente heroína y fentanilo mexicano.
Inversiones en riesgo
El académico precisó que de ganar Trump las elecciones que se efectuarán en noviembre de 2024, seguramente aplicará su política nacionalista para el regreso de inversiones a su país como sucedió durante su mandato con algunas automotrices y empresas de aire acondicionado que es lo que se conoce como reshoring que por fortuna sólo algunas firmas lo han aplicado debido a que en México persisten ventajas competitivas.
Para el exnegociador del T-MEC como secretario de Economía y actual diputado federal priista, Ildefonso Guajardo, la administración Biden está mucho más orientada a mantener la alianza con México. “Cuando vinieron a la reunión trilateral aquí a México, Trudeau y Biden fue impresionante como el script de Biden traía temas para subir a México al proyecto este de Chips (…) vino a ofrecernos entrar en el famoso decreto presidencial donde traen todos los elementos en materia de electromovilidad”.
“La oferta está puesta en la mesa y a aún con todo lo controvertido que es el señor Trump, dentro de la línea republicana, yo lo prefiero mil veces a De Santis, porque es un fundamentalista, Trump es un pragmatista y es mucho más fácil de negociar”, señaló Guajardo.
Para Bendreff el nearshoring no se detendrá porque aun con estímulos fiscales que podría implementar Trump para que las empresas se mantengan su país, lo que los inversionistas buscan es la máxima rentabilidad sin subsidios que al final impactarían en su competitividad o que pudieran provocar una distorsión en la economía norteamericana.
“México es la economía número 14 en el mundo y desempeña un papel muy importante en el mercado estadounidense que son puntos a favor para que las inversiones nearshoring sigan creciendo sobre todo cuando se esta viendo que la guerra comercial con China se acrecienta y no se ve una solución a corto plazo; ciertamente algunas empresas han decidido regresar a su país pero eso tiene que ver con aspectos de rentabilidad o competitividad”, dijo Desilus Bendreff.
Puntualizó que en el T-MEC México tiene un gran instrumento para continuar con su crecimiento económico y exportaciones hacía Estados Unidos, aunque aclaró que en caso de que Trump llegue a la presidencia va tratar de presionar con medidas comerciales para que México resuelva el problema del fentanilo y migratorio como sucedió durante su mandato en que amenazó con imponer aranceles a México para forzar la presencia militar en su frontera norte que temporalmente frenó la migración.
“En el caso de la migración, subrayó, es un tema que deberá resolverse pronto con medidas que no criminalicen, sino que busquen alternativas de integración laboral como lo ha venido haciendo el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados en México o de lo contrario de ganar Trump, seguramente se volverá a las medidas de contención que separan familias e implican maltratos, abusos y crisis humanitaria”, comentó Heredia Zubieta.
El académico dijo que en lo económico el posible triunfo de Trump significaría regresar a los chantajes como aranceles u otras medidas comerciales y en ese caso México deberá responder bajo la diplomacia y los mecanismos jurídicos del T-MEC que se deberán hacer valer estrictamente, pues a diferencia del TLCAN establece sanciones por incumplimiento de las reglas.
Heredia Zubieta estableció que el nearshoring o el hecho de tener vecindad geográfica con Estados Unidos no garantiza que las inversiones continuarán llegando al país y el gran riesgo de que se frenen es que no se haga la tarea en revisar la política energética para ponerla a tono con las energías renovables y no se combata la inseguridad “porque es muy contradictorio invitar a la inversión en un país bañado en sangre”.
“La inseguridad, el fentanilo y la crisis migratoria son desafíos enormes que no podemos apostar que lo resolverán factores externos; el gobierno de México debe hacer la tarea para resolver esos problemas y no sean punto de arremetida o bandera política de quienes competirán en las elecciones presidenciales de Estados Unidos”, concluyó.
Imagen portada: Archivo