El Sindicato United Auto Workers (UAW) cumplió la amenaza que había hecho hace semanas y una de las plantas manufactureras más rentables de las llamadas “Tres grandes”, la planta de General Motors de Arlington, Texas.
Con esta nueva huelga, ya suman 5 mil empleados que detuvieron su labor, incrementando la presión hacia los mandatarios de las empresas trasnacionales, General Motors, Ford y Stellanis; esto luego de que los dirigentes sindicales declararon que las empresas se negaron una vez más a cumplir sus demandas laborales.
Ya son 40 días desde el estallido del conflicto laboral, y al unir a la planta de Arlington, se detiene la producción de grandes SUV como el Chevrolet Tahoe, el GMC Yukon y la Cadillac Escalade.
Es hora de que los trabajadores de GM, y toda la clase trabajadora, obtengan su parte justa», señaló el presidente de la UAW, Shawn Fain.
Por su parte, el CEO de GM, Mary Barra, dejó claro que no se plantea cubrir lo que el UAW demanda, incluso reiteró que ya se hizo una propuesta histórica para mejorar las condiciones laborales de los colaboradores automotrices y aclaró que aumentar dicha propuesta pondría en riesgo el futuro de la compañía.
¿Qué exigen los trabajadores automotrices de “las tres grandes”?
La huelga comenzó el pasado 14 de septiembre tras tres meses de negociación entre líderes sindicales y las empresas, los trabajadores buscan mejorar sus condiciones laborales, las principales consignas son:
- Aumento inmediato del 20% y cuatro aumentos adicionales del 5% al salario por hora.
- Marcar límites de uso de trabajadores temporales y horas extras forzosas.
- Que regresen los planes de pensiones y asistencia sanitaria a los jubilados.
Una de las principales demandas del gremio es la preocupación de quedarse sin trabajo frente al incremento en la producción de automóviles eléctricos, ya que estos utilizan en promedio 30% menos mano de obra que un auto convencional.
La noticia de esta huelga y su potencial impacto en la producción automotriz estadounidense ha dado la vuelta al país, por su parte, el presidente Joe Biden ha exigido en diversas ocasiones que los fabricantes repartan de manera justa las ganancias.
Es importante destacar que el UAW cuenta con alrededor de 150 mil miembros, por lo que una huelga de todo el sindicato podría paralizar gran parte de la economía estadounidense y de los países que comercian autos y autopartes con dicho país, como es el caso de México.
Imagen portada: SPR Informa