Las importaciones de China en calcetines ponen en jaque a la industria nacional, pues a través de diversos métodos ya representan 80 por ciento del mercado y muchos consumidores no lo saben, según empresarios del sector; reporta MILENIO.
Alfonso Entebi Yedid, director general de Industria Tebi, señaló:
“Aunque luchamos por ser competitivos, tenemos de frente el ingreso de grandes volúmenes a precios subvaluados o que se triangulan con pedimentos de importación temporales que no solo se comercializan en tianguis y grandes bodegas, sino hasta en los grandes almacenes departamentales, algunas con etiquetas de Hecho en México”.
Datos del Banco de México (Banxico) muestran que entre enero y agosto de este año ingresaron 72.1 millones de pares de calcetines de China, 176 por ciento mayor a lo reportado en igual lapso de 2022; esto representa 85 por ciento del total de importaciones.
En entrevista con MILENIO, Entebi Yedid expuso que por esa competencia desleal, muchas fábricas en México desaparecieron cediendo el mercado a empresas o proveedores del país asiático.
Entebi Yedid agregó:
“Esos grandes volúmenes de mercancía ilegal que ingresan al país provocaron la aparición de personas que llegan a una empresa formal, con alta capacidad de producción, a ofrecer el producto a solo 10 por ciento de lo que cuesta fabricarlo”.
Expuso que Industrias Tebi, firma con más de 50 años en el mercado, opera actualmente a 75 por ciento de su capacidad, con 100 mil docenas mensuales, debido a que todavía no logran recuperarse de la pandemia.
“Pero aun así, lejos de abandonar la producción y convertirnos en simples proveedores del producto chino, nuestro ánimo es continuar invirtiendo en tecnología y crecer ofreciendo producto bien terminado con calidad de exportación, sobre todo a Estados Unidos, donde tenemos un importante mercado”.
Los aranceles no los paran
La Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) afirmó que aun cuando existen aranceles de 20 a 25 por ciento a la importación de calcetines, aun entra de forma ilegal y subvaluadas -que entran con un precio por debajo de lo que valen las materias primas-, atenta contra la cadena de valor, lo que dificulta un mercado real y pone en riesgo a las empresas locales.
Expone que por sus estrategias depredatorias, el precio de la mercancía china que ingresa al mercado es apenas una quinta parte del promedio a otros países.
Los industriales del vestido destacan que aunque al cierre de 2022 la producción de calcetines en México alcanzó un valor de 114.8 millones de dólares, un aumento anual de 8.8 por ciento, aún no se alcanza el nivel precio al impacto de la pandemia, de 120 millones.
A su vez la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex) señaló que por la introducción de mercancía subvaluadalas, las importaciones se colocan en todos los sitios informales, empezando por tianguis y bodegas.
Dicen que esta práctica también se observa en el contrabando hormiga a través de las franquicias que le permiten a viajeros introducir ropa e incluso pacas sin pago de impuestos, ni control sanitarios, “de ahí que probablemente haya surgido la plaga de chinches detectada en tianguis de ropa de Los Reyes-La Paz”.
“Es tal la informalidad e ilegalidad que padece la industria del vestido que seis de cada diez prendas que se comercializan en tiendas y tianguis ingresaron al país con precios subvaluados, y de estos grandes volúmenes 65 por ciento procede de China”, puntualizó la Canaintex.
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