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Por Francisco Tijerina Elguezabal

“El principio es la mitad del todo”
Pitágoras de Samos

Contra lo que muchos políticos y estrategas piensan de que no importa tanto el principio como el final de las campañas, habría que reflexionar sobre el arranque de las mismas y su importancia para “enganchar” a posibles votantes.

Con las pre-pre-pre campañas tan anticipadas como se dan en nuestros días, es inevitable el darte cuenta del arsenal con el que cargan los aspirantes y en este sentido es necesario decir que tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez dan los primeros pasos de una manera tímida y poco aspiracional.

El discurso de las dos mujeres se ha centrado a lo largo de todo este tiempo en el racional, en proponer soluciones a los grandes problemas del país, en hablar del macroescenario y de insertar soluciones lógicas. Ninguna de las dos le ha hablado al “emocional” de los mexicanos, a sus dolores y carencias, a esas cosas que duelen, a las que le pegan al estómago, el corazón o el hígado y así, difícilmente podrán conseguir adeptos.

Pero además, junto con el contenido está el detalle de la manera en que ambas se expresan y transmiten. Hasta ahora ambas se han centrado en gritar, que no es lo mismo que poner vehemencia en sus palabras; hablar más fuerte no implica imponer fuerza o darle sentido a sus palabras y sí, son bastante monocordes en su discurso, planas, sin color, matiz o intención y así difícilmente se convence a las audiencias.

Van a eventos en los que los grupos afines les aplauden y vitorean, pero esos son votos duros; ¿cómo convencer a los indecisos de que deben emitir su sufragio por ellas? ¡Cambiando el discurso, sobresaliendo, destacando, marcando una diferencia! Pero insisten en hablar de lo mismo y lo hacen en el tono más aburrido posible.

Ojo, que por ahí se les puede colar Samuel García y no sólo sacarles un susto, sino ganarles.

La elección de los temas de campaña, pero sobre todo lo que dicen y la manera en cómo lo dicen será fundamental y en ello deberán centrar sus esfuerzos de aquí al cierre del año, porque después ya no habrá tiempo para modificar la percepción de miles de ciudadanos que en su “yo interno” habrán decidido su voto para el 2024.

Fuente:

// Francisco Tijerina Elguezabal

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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