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Tablazos: el cruel método que ‘narcos’ aplican a quienes los desobedecen

En su búsqueda por controlar mercados y territorios, algunas organizaciones delictivas recurren a prácticas que suelen ser el presagio de brutales crímenes en contra de rivales o la misma sociedad civil.

«Esto me pasa por andar vendiendo vapes. Esto es un aviso para todos los chapulines que faltan. A los demás les va a ir peor, ya los tenemos ubicados», es el mensaje escrito en unas cartulinas que cubrieron el cuerpo desnudo de dos jóvenes que fueron sometidos por presuntos integrantes de la delincuencia organizada en Guasave, Sinaloa; publica MILENIO.

Los hechos ocurrieron durante la tarde del pasado 4 de diciembre en los alrededores de la Universidad Autónoma de Occidente, por lo que en un inicio se especuló que los agredidos eran estudiantes de la institución.

Horas más tarde la universidad negó que los jóvenes formaran parte de su comunidad estudiantil, así como que fueran sacados a la fuerza de sus aulas como en un principio se reportó. No obstante, condenaron la violencia del acto y exigieron a las autoridades reforzar la seguridad en el entorno.

El caso generó indignación entre la opinión pública luego de que en redes sociales se difundieron videos en los que se aprecia a los dos jóvenes caminar por las calles del municipio desnudos, cubiertos únicamente con las cartulinas que contenían el mensaje intimidatorio, mientras un hombre encapuchado los golpea con una tabla de madera.

Pese a la viralización del caso, el Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, calificó el hecho como «fortuito» y, aunque condenó que la Policía Municipal de Guasave no interviniera, restó importancia a la agresión que se ha vuelto común en el estado.

Los ‘tablazos’ como método de castigo en Sinaloa

A través de redes sociales se ha reportado en más de una ocasión ataques a hombres y mujeres con tablas de madera. En la mayoría de los casos la constante son los golpes en los glúteos y los mensajes de advertencia para grupos rivales o sociedad en general.

Un claro ejemplo de esta práctica ocurrió durante la pandemia de COVID-19 cuando organizaciones delictivas -y en especial el Cártel de Sinaloa- también se vieron obligados a modificar la logística de algunas de sus actividades ilícitas.

De acuerdo con un artículo realizado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), la organización delictiva fundada por El Chapo Guzmán y El Mayo Zambada se dio a la tarea de repartir despensas durante la emergencia sanitaria, pero también restringieron la venta de cerveza e implementaron toques de queda en la entidad.

Tanto en Guerrero como en Sinaloa se dejaron mensajes amenazando a la población que incumpliera las restricciones de movilidad con un castigo que contemplaba tablazos en los glúteos e, incluso, postearon videos en redes sociales de algunos jóvenes recibiendo el castigo por hacer caso omiso a las restricciones.

El ‘castigo’ extraoficial de miembros de la delincuencia organizada se ha vuelto una constante al menos desde la primera década de los 2000’s, no obstante, agentes de las fuerzas de seguridad estatales y municipales también han replicado dicha práctica.

El pasado mes de abril, a través de redes sociales se difundió un video en el que se aprecia a un uniformado adscrito a la Policía Municipal de Escuinapa someter a un detenido en una patrulla mientras lo golpea repetidamente en los glúteos con una tabla.

Entre las súplicas de la víctima y las amenazas del agente, el video orilló a autoridades estatales a pronunciarse. Fue el ex Secretario de Seguridad Pública del Estado, Cristóbal Castañeda, quien condenó los hechos y aseguró que autoridades municipales ya se encontraban investigando el caso para presentar al uniformado ante el Ministerio Público quien, de requerirlo, podía acusarlo por el delito de tortura.

El origen de los ‘tablazos’

Imagen: Amilcar Salazar | MILENIO

En su afán de mantener el control de mercados ilícitos -como el de los vapeadores o narcóticos- en los territorios donde tienen presencia, los grupos delictivos recurren a viejas prácticas con la finalidad de intimidar a toda aquella persona que no cumpla con sus órdenes o que se interponga en su camino.

Si bien en los últimos años los casos viralizados han ocurrido en territorios controlados por el Cártel de Sinaloa o el de los Beltrán Leyva, lo cierto es que muchas otras organizaciones delictivas han implementado este tipo de “castigos” desde décadas atrás.

Uno de ellos fueron Los Zetas, aquel sanguinario grupo que nació como brazo armado del Cártel del Golfo cuando Osiel Cárdenas Guillén asumió el liderazgo y asentó las bases de un violento imperio criminal que se extendió desde Tamaulipas hasta otros estados de la República Mexicana como Coahuila, Veracruz, entre otros.

Además de controlar las rutas del tráfico de drogas, armas y migrantes, Los Zetas también destacaron por instaurar autogobiernos en algunas prisiones del norte del país, desde donde continuaban coordinando el trasiego de drogas pero también las extorsiones al interior de los penales.

Información planteada en el libro El Yugo Zeta: Norte de Coahuila 2010-2011 da cuenta de cómo operaba el cártel de la última letra en la prisión de Piedras Negras y, además de revelar parte del organigrama criminal existente al interior de la cárcel, también deja entrever parte del origen del castigo de los tablazos.

Imagen: Especial | MILENIO

De acuerdo con los autores Sergio Aguayo y Jacobo Dayán, las golpizas eran parte de la cotidianidad para todo aquel que llegara a dicha prisión, de modo que los tablazos con tablas de madera o bats de aluminio se convirtieron en el castigo más común.

«Esta costumbre viene de los ritos de iniciación en colegios militares y probablemente de ahí lo tomaron los exmilitares que fundaron Los Zetas -según algunas versiones, esta práctica ha ido desapareciendo en las instituciones militares-«, exponen los autores del libro El Yugo Zeta: Norte de Coahuila 2010-2011.

Si bien los tablazos fueron durante años un castigo común aplicado a hombres y mujeres en territorios controlados por Los Zetas, poco a poco la práctica se fue extendiendo a otros grupos delictivos que no solo buscaban dar un “castigo” a quienes lo desobedecieran sino también dejar un mensaje contundente para la población.

Distintos episodios dan cuenta de que, dentro de la gobernanza criminal, los castigos aplicados a integrantes o miembros de la sociedad civil son equivalentes a la gravedad de la “ofensa” que hayan cometido.

Fue así como los ‘tablazos’ se convirtieron en un método para infundir obediencia y miedo ya no solo entre los miembros de las mismas organizaciones delictivas sino también a hombres y mujeres de la ciudadanía que se han negado a acatarse a las reglas o instrucciones de aquellos que buscan controlar los territorios que habitan para continuar construyendo su imperio criminal.

Imagen portada: MILENIO

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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