En el mercado mundial de turismo de lujo, México es uno de los más desarrollados, pues de los 99.2 mil millones de dólares que vale a escala global, el país ostenta una participación de 12.1 por ciento; sin embargo, 75 por ciento de este capital es por viajeros domésticos, siendo el internacional el que menos participa; inform MILENIO.
De acuerdo con información de Statista, el turismo de lujo en el país al cierre de 2022 tiene un valor de 12 mil millones de dólares, de los cuales 9 mil millones es por nacionales, y 3 mil millones de origen extranjero, esta última cifra es igual a la que se tenía en 2019, antes de que impactara la pandemia.
Especialistas consideran que esto se debe a una estadía limitada de este tipo de paseantes, falta de promoción en muchas partes del mundo, la percepción de inseguridad y la falta de conectividad aérea en algunos sitios de la nación.
El director general de LeisurePartners, John McCarthy, explicó a MILENIO que en los últimos años el país construyó la infraestructura necesaria, desde hoteles hasta experiencias para atraer al turista internacional de lujo; sin embargo, en otras estrategias va fallando.
“Cuando un viajero va a Europa se pasan entre 10 días a tres semanas, ya que pasa de una nación a otra, mientras que si vienen a México pasan solamente entre cuatro o cinco días”, comentó el directivo.
Información de la Organización Mundial de Turismo (OMT) muestra que México en 2022 se ubicó como la sexta nación que más atrae viajeros internacionales, con 38.3 millones de personas.
Por otro lado, el mismo organismo revela que el sector turismo generó una derrama económica en el país de 28 mil millones de dólares, colocándose entre las 10 naciones que más ganaron con la industria; sin embargo, si revisamos los datos de gasto por viajero, se mira distinto el ranking.
Datos de OMT revelan que cada paseante internacional gasta 731 dólares cuando visita el país, muy por debajo de naciones como Australia, Hong Kong y Luxemburgo, donde el gasto es superior a los 5 mil dólares, incluso llegando a más de 6 mil 500.
“El problema no tiene que ver tanto con la relación de cuánto gasta cada uno, sino que el típico turista que viaja a México tiene un estadía más corta que la que podía tener uno en Europa”, detalló el director general de LeisurePartners.
El también ex director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) explicó que la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) y que no se haya creado un nuevo organismo, ha ocasionado que el país se esté promoviendo menos y por consecuencia hay menos motivación para que la gente se quede más tiempo.
“Otro aspecto es la inseguridad para moverse por carretera, ya que, por ejemplo, si quieres pasar unos días en Ixtapa Zihuatanejo y de ahí irte a Morelia, nadie se va a aventurar”, sentenció McCarthy.
El director del Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur), Francisco Madrid, afirmó que se han dado diversos esfuerzos de los empresarios para buscar un segmento más alto en poder adquisitivo, al crear hoteles o experiencias.
El directivo señaló que en el país hay productos, pero “no hemos logrado alcanzar este segmento de mercados” con tal plenitud que genere alto beneficios al sector y a la economía mexicana.
Proyectos
De acuerdo con la Secretaría de Turismo, México cuenta con una amplia infraestructura para el viajero del segmento de lujo, prueba de ello está en que 11 hoteles del país estuvieron nominados en los Prix Villégiature 2022, en París, Francia, siendo la segunda nación con más menciones.
Asimismo, la dependencia federal expuso que en los últimos años se desarrollaron eventos de gran impacto y que motivan la llegada de turistas de alto poder adquisitivo, como son la Gran Carrera del Desierto, en Puerto Peñasco, Sonora; la Carrera Mar a Mar, en Baja California Sur, evento de paracaidismo extremo en Mexcaltitán y San Blas y el Gran Premio de la Ciudad de México.
Pero John McCarthy explicó que otro factor que limita la estadía del turista extranjero de alto poder adquisitivo es la falta de conectividad entre los diversos estados, sin pasar por el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM).
“Si un viajero internacional viene a Cancún y después quisiera ir a San Miguel de Allende no existe un vuelo directo que lo lleve, por lo que tendría que hacer una escala en el AICM, lo cual es más tardado y molesto”, comentó el directivo.
Imagen portada: Especial | MILENIO