Noticias en Monterrey

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

“Percibimos el arte como un proceso de vida”, destaca Claudio Valdés Kuri

El director y dramaturgo Claudio Valdés Kuri retó al mundo del teatro con obras como Becket o El honor de Dios, De monstruos y prodigios: la historia de los castrati o El automóvil gris, montajes disruptivos y en constante búsqueda creativa; informó MILENIO.

En entrevista con MILENIO, el director de la compañía Teatro de Ciertos Habitantes habla del Premio Nacional de Artes y Literatura 2023 que le concedieron en el área de las Bellas Artes, de su visión del arte y de su regreso como actor en Del mago al loco, una revelación del tarot.

—¿Cómo recibes este premio?

Con tres palabras: azoro, agradecimiento y alegría. Me da mucho gusto que se reconozca este tipo de trabajo, el teatro de laboratorio, de investigación, que es lo que da avance al arte. Si no hubiera gente que se metiera a investigar para encontrar nuevas formas de decir algo, se repetiría lo que ya existe. Esto es un trabajo colectivo, yo soy la cara, pero el reconocimiento también es para la compañía Teatro de Ciertos Habitantes y a un tipo de teatro que es como una especie en extinción, de percibir el arte como un proceso de vida.

—¿Qué implica para ti?

Me he puesto a estudiar sobre este premio y estoy muy sorprendido. Yo he aprendido mucho de Héctor Mendoza, Ludwik Margules, de Luis de Tavira, estos nombres tan grandes, y de pronto me veo sorprendido de estar ahí, con ellos. Considero que México es un país poderosísimo en términos culturales; tenemos una tradición cultural gigantesca, artistas enormes y no vamos a poner en duda que somos primer mundo en cultura. No sé en otros términos, pero en cultura, sí lo somos.

—¿Cómo ha sido esta aventura?

Crear un camino propio, sin duda, y en momentos de adversidad, buscar maneras de salir adelante de una manera creativa. Ha sido muy retador, el reto es lo que te mueve, eso que no se ha hecho o que es difícil; eso resulta muy atractivo. De hecho, la compañía procura no repetir nada de los hallazgos o métodos de los proyectos precedentes porque el reto es lo que nos alienta.

—¿Cuál es su propuesta?

El teatro que hacemos está más dirigido al individuo, si lo atiendes a él, estás atendiendo por consecuencia al mundo político, cultural, social, económico. Nuestros discursos van más a la transformación que puede llevar el ser humano. Siempre les digo a mis alumnos que hay que enamorarse del ser humano para hacer teatro porque realmente es el arte el que todo el tiempo está abundando en nuestro devenir y está cruzado en la búsqueda de las nuevas formas.

—¿Cómo han evolucionado?

Hemos acuñado un término que se llama “austeridad barroca”, ahora hay muy poco sobre el escenario pero hay mucho dentro de la interpretación y en la preparación de los intérpretes. Por ejemplo, en Del mago al loco, una revelación del tarot, que estará en el Museo de San Carlos en 2024, hay 22 actores y dirías, “bueno, es muy grandilocuente porque el museo ya de por sí es bellísimo”, pero en realidad lo que es complejo es lo que realizan músicos, actores y bailarines, y para eso se necesita tiempo y mucha profundidad en procesos largos.

—¿Cómo será el montaje?

En esta obra sí nos dimos el chance de convocar dispositivos, no textos, música y hallazgos de otras de nuestras obras que tenían que ver con este tema. De todas las obras hay un poquito ahí, eso está padre para quien conoce nuestro trabajo, y quien no igual lo disfruta, no es una regla.

—¿Cuál es el rol de la documentación en procesos creativos?

Es grande. Hay obras que han generado documentales por sí mismos, libros, ciclos de conferencias y publicaciones, es decir se genera mucho conocimiento. Mi primera obra tardé 13 años en prepararla, La vida es sueño tardé 20 años en estudiarla y Del mago al loco es consecuencia de todos estos años y genera muchísima información, por tanto hay muchos productos secundarios.

—Tus obras son vanguardistas, como El automóvil gris.

A lo mejor tiene que ver con mi formación, yo estudié cine y me formé en el teatro y la música. Pero en realidad no hay nada nuevo, es nuevo cuando lo vemos por primera vez. Por ejemplo, el asunto del benshi (narrador) de esa obra ya lo habían inventado los japoneses, pero en nuestro contexto no se había visto y realmente revitalizó un discurso importante que era de especialistas, y se volvió para todo público.

—¿Cuál es tu balance para Teatro de Ciertos Habitantes?

La escuela te da herramientas, pero la carrera de un artista escénico en estos tiempos es muy exigente, es decir, el músico también tiene que prepararse en artes escénicas, en teatro, y el bailarín aprender a hablar en escena. Cuando empecé, la palabra interdisciplina aún era poco escuchada y hoy es la norma, afortunadamente. Ahí es donde las compañías estables (que son poquísimas en el país) nos volvemos una escuela para las nuevas generaciones porque tenemos un acervo y podemos darles herramientas importantes que hemos acumulado durante muchos años de investigación.

—¿Han valido la pena los retos para la compañía?

Yo estoy contento y creo que la gente también, porque el teatro cruza por retos y la gente distingue también las propuestas. Siempre se dice que el teatro está en riesgo, pero siempre que hay algo que le aporta a los espectadores, ya sea por su calidad, por su novedad o ambas cosas. La gente lo reconoce y va, y sí se llenan los teatros.

Imagen portada: Fausto Jijón Quelal | MILENIO

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

Etiquetas:

Compartir:

Autor: lostubos
Ver Más