Por Félix Cortés Camarillo
Durante muchos años he sostenido, en contra de la doctrina de la educación mexicana, que el mejor presidente de México en toda su historia es Porfirio Díaz. Es imposible imaginar el México contemporáneo sin las simientes que dejó el dictador durante su larga estadía en la presidencia de la República.
La red ferroviaria de México, ese que precisamente jugó un papel tan importante en la lucha armada que logró mandar a Díaz al exilio, existe gracias a la visión del oaxaqueño. Pasa lo mismo con la explotación del petróleo o la primera electrificación del país. Puertos y caminos avanzaron, y lo único que don Porfirio no pudo siquiera intentar fue la unificación de un país de formato feudal. Fue Calles, cuando Díaz moría en París, el que tuvo la genial idea de apaciguar a las pandillas que había fomentado la Revolución unificándolas en una sola, el Partido Nacional Revolucionario.
Dicho lo cual, mi obligación es decir quién es el peor presidente que ha tenido México. Hasta hace cinco años y pizcacha, yo tenía la certeza de que era Ernesto Zedillo Ponce de León. La afrenta más grave que yo personalmente advierto es el regalo que hizo de los Ferrocarriles Nacionales de México a la firma Kansas City Southern, de los Estados Unidos. A Zedillo eso le redituó un patrimonio en dólares desconocido en su monto, pero evidentemente tan vasto que le permita vivir sin preocupaciones presentes o futuras. A mí personalmente, me privó del exquisito placer de viajar en tren, cierta vez –cuando se casaron Eusebio y Lourdes– en un vagón exclusivo nuestro, de México a Veracruz en parranda de noche entera. Muchas otras en el Regiomontano.
Pero esas fueron mis ofensas personales. El país enero tendría que reclamarle a Zedillo la deuda que heredamos y que tendrán nuestros hijos, para pagar el rescate financiero del FOBAPROA. Ese sí calienta.
Se me ocurre, en este guirigay nacional en que vivimos, que la peor tontería que cometió Zedillo fue la reforma electoral que hizo nacer al hoy amenazado INE: gracias a ese cambio, hoy tenemos a Lopitos de presidente, con la amenaza encima de lo que puede venir.
Ya decía yo que hasta hace cinco años y pizcacha, mi favorito para el peor presidente de México era Ernesto. Ahora ya no estoy tan seguro. Jueves, 25 de Enero de 2024
PARA LA MAÑANERA (Porque no me dejan entrar sin tapabocas): Yo dudo que la recuperación de los restos de un tal Catarino Garza, tamaulipeco tránsfuga en los Estados Unidos que fue de los primeros opositores abiertos de Porfirio Díaz merezca la atención del presidente López, al grado de enviar un destacamento militar a que los busque en Centro o Sudamérica, donde encontró la muerte. ¿No sería más decente apoyar a las madres de los miles de mexicanos desaparecidos en todo el territorio nacional y de los que nadie se ocupa?
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