Por José Jaime Ruiz
La carreta que llevaría a Adrián de la Garza para ser de nuevo titular (procurador antes) de la Fiscalía General se atascó. El ex alcalde de Monterrey aseguró a Milenio que presentó en su momento la carta de no antecedentes penales para cumplir con ese requisito. De la Garza, sin embargo, no mostró el documento ni el acuse, obvio, de recibo. Una de las rutinas del PRIAN es falsificar documentos, por eso la impugnación de Morena ante las autoridades electorales acerca de su alianza en el Frente Amplio y, tal vez, también mienten con la reincorporación de la ciudadana Alhinna Vargas a su curul.
Reverbera el eco en los sótanos del poder: “¿Qué pinche afán de Adrián por ser fiscal?”.
Resonancia, más que magnética, metálica. Se sabe que la Fiscalía no sólo sirve para la coacción física, también para llenarse con la corrupción bolsillos y talegas. La Fiscalía General es un gran negocio. Parte de la mala gobernanza, corrupción e impunidad, pasa por sus pasillos y el PRIAN no quiere quedarse sin pingües ganancias.
Adrián puede suspirar, pero no aspirar a la Fiscalía. No entra en el grupo de los doce que presentaron los requisitos, meterlo ex tempore (a güevo, pues) violaría el proceso, la certeza jurídica y rechinaría en el siempre abierto portón de los amparos. La no carta (carece de ella) lo descarta. En el fondo, Adrián y sus secuaces del PAN no desean la Fiscalía General para procurar justicia sino para procurar lana, enjuagues, tráfico de influencias, impunidad, hábito ya inveterado, usos y costumbres.
La Comisión Anticorrupción debe enviar de nuevo su propuesta apegada a la resolución de la Segunda Sala con las doce personas que sí cumplieron el requisito y echar abajo la perversa jugada del PRIAN de darle a uno de los suyos la Fiscalía General. De la Garza está impedido; su propuesta, atascada, porque antes del 8 de noviembre carecía de la carta.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que sólo el Pleno del Congreso de Nuevo León podría hacer cambios a los requisitos previstos en la convocatoria, el Pleno, nunca la Comisión Anti corrupción… y como los legisladores se encuentran en paro técnico, lástima Adrián, lástima PRIAN, perdieron la Fiscalía y perderán la contienda por la alcaldía de Monterrey.
Degradados, la extinción les abre sus brazos electorales.
