Por José Francisco Villarreal
“Porque no con el silencio de antaño la doncella perdió la variada voz de sus oráculos, sino que lanzó un extraño y confuso grito y pronunció palabras salvajes con su boca masticadora de laurel, imitando el habla de la oscura Esfinge”, escribió Licofrón de Calcis en su “Alejandra”. Habla de un personaje mítico, Casandra, hija de Príamo, el último rey de Troya. Casandra, junto con Lacoonte, advirtió a los troyanos sobre el triunfo de los griegos, pero no le creyeron. Era una profetiza maldita. Apolo le dio el don de la profecía a cambio de una noche romántica, pero como Casandra dijo que siempre no, fue condenada por el dios a que nadie creyera sus profecías. La pobre acabó siendo concubina del rey micénico Agamenón, y fue asesinada junto con él por la esposa de éste porque, imprudentemente, el rey pisó una alfombra recién lavada con sus sandalias sucias. La reina Clitemnestra, con justa razón, se fue contra su marido. Ya imagino el “¡Ya hiciste tu mugrero! ¡La acababa de lavar!” Aunque Casandra se lo advirtió al rey, la maldición de Apolo impidió que le creyera.
En el contexto del mito, las cosas cuadran muy bien. Llevándolo a una posible realidad, los troyanos fueron tontos por meter a la ciudad un inútil caballo de madera; y Agamenón fue tonto al no quitarse las sandalias puercas. ¡A quién se le ocurre! No es difícil hacer profecías si se tienen suficientes datos y hechos. Es cosa de organizarlos para llegar a conclusiones sobre sus consecuencias. En estos tiempos electorales, por ejemplo, se repiten hasta el hartazgo los resultados de encuestas, sobre todo las presidenciales. Comparando resultados de todas las encuestadoras, y haciendo una relación cronológica de cómo se están moviendo esas preferencias, el frente moreno y muchos analistas, coinciden en que la presidenta de México sería Claudia Sheinbaum. Incluso las encuestadoras obviamente afines a Bertha X señalan esa tendencia. Los morenos estarán felices, pero los cardiópatas no aceptan esos números y les hacen menos caso que a Casandra. Pero no es la preferencia electoral la que amenaza a la fortaleza de los cuatrotetistas; creo, a riesgo de que me casandricen, que hay una amenaza real contra la democracia, y que eventualmente podría cambiar todo el panorama. No hablo del gobierno de don Andrés, y mucho menos del proyecto de gobierno “opositor” que, todos sabemos, sería un refrito de los sexenios anteriores, incluso con muchas barajita repetidas.
Apenas este lunes, vi una entrevista que hicieron Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela al experto español Julián Macías Tovar. El periodista extremeño es fundador del proyecto “Pandemia Digital” que se dedica a desenmascarar “fake news” y en general el uso de redes sociales y medios para desinformar (mentir) o inducir tendencias (mentir a lo bestia). El proyecto es una herramienta muy útil para detectar la falacia de campañas en redes y medios, pero sobre todo para desentrañar su origen, lo que expone su propósito. Macías explicó a los periodistas sus recientes descubrimientos en el posicionamiento de hashtags contra don Andrés y Claudia, y a favor de Xóchitl Gálvez, que es lo mismo. Las empresas que realizan esa trampa para la verdad o son las mismas, o similares, o conexas, a las que ya hicieron campañas en México, las que se hicieron para impulsar el golpe de estado en Bolivia, las que apoyaron y apoyan a Milei en Argentina, las de Brasil a favor de Bolsonaro; con obvia afinidad con la ultraderecha, también se desplegaron en Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Estados Unidos, Inglaterra, España…
Si bien hay coincidencia en el uso de cuentas falsas y retuiteos masivos coordinados con medios de comunicación convencionales y otras redes, Macías apunta que en estos momentos, durante el proceso electoral en México, los impactos se han masificado por encima de otras campañas. Millones de impactos, que implican millones de dólares, que es imposible que puedan ser financiados por los partidos políticos, eso sin contar las campañas que Macías ha detectado desde 2020 en México.
Aun así Macías identifica a Aznar sólo como “mayordomo” de una ultraderecha internacional consanguínea con grandes capitales. ¿Conspiracionismo? Lo parece, si no fuera porque el periodista conserva el registro de cada investigación, además pone a disposición de quien requiera ese material para proceder legalmente contra las empresas falsarias o sus clientes. Por desgracia, admite Macías, no hay legislaciones apropiadas para penalizar estas prácticas que no sólo atentan contra la democracia, también afectan gravemente la salud mental y emocional de las personas. ¿Polarización social? Ahí está una verdadera razón.
El modelo es similar en cualquier país y sigue vigente. Cito el artículo “Los lazos de Atlas Network con las campañas contra AMLO #AmloVeteYa”, publicado en “Pandemia Digital” en junio de 2020: “La campaña #Amlo VeteYA sigue el patrón que ya conocemos: decenas de cuentas matriz de opinión (periodistas, medios, políticos y trolstars) crean contenido. Y cientos de miles de bots y trols difunden a las anteriores e insultan a los objetivos señalados. Sin embargo, lo importante es señalar que, detrás de ello, hay una telaraña de poderes económicos, mediáticos y políticos mundial que actúan en todos los países para conseguir sus objetivos e influir para que los gobiernos trabajen en favor de estos objetivos, y México no es una excepción”.
Todo esto es una “optimización” de los humildes bots que inflan estadísticas de productos, influencers, pasquines digitales, etcétera, para comercializarse mejor. Las investigaciones de “Pandemia Digital”, así fueran superficiales (que no lo son), sólo confirman lo que mi casándrica suspicacia me advertía desde hace mucho. La “oposición” mexicana es sólo un títere de algo mucho más tenebroso. Así, los recientes hashtags que acusan al presidente mexicano y a la candidata oficialista de estar coludidos con el narco, no sólo son falsos, además son una franca militancia golpista patrocinada desde el extranjero. LatinUS y medios similares son sólo pasquines creados exprofeso.
No se trata de la simple y comprensible avaricia de políticos y empresarios nacionales por el poder y el dinero; se trata de una escalada mundial de la ultraderecha, que ya ha ensayado ese método golpista en otros países y, principalmente en Argentina, ha tenido éxito. La 4T, como movimiento social, no como partido, podrá no ser la excelencia y tener sus propios problemas internos, pero no enfrenta a una oposición independiente sino a fuerzas políticas y económicas mundiales crueles, inhumanas, genocidas, ecocidas y, no exagero, eventualmente apocalípticas.
La marcha F18 fue muy nutrida, admirablemente ordenada, pero estoy seguro que la mayoría de los marchantes, además de desinformados, o frívolos, o de plano murgas de Bertha X, no tienen la menor idea de que lo que realmente estaban haciendo no era apoyar la democracia sino su aniquilación. Porque ni siquiera podríamos fingir que vivimos en una democracia si acabamos sojuzgados por fuerzas económicas e ideologías radicales, extranjeras por añadidura. Tratemos de ser sensatos y examinar con cuidado hechos y datos, y así hacer nuestras propias profecías y no creer a ciegas en promesas susurradas no en nuestros oídos sino en nuestras vísceras. Por ejemplo la nada natural coincidencia entre una de las campañas fuertes de la oposición quejándose de un “narcogobierno” y las acusaciones, sin pruebas sólidas ni líquidas, surgidas en medios o directamente por columnistas y políticos, a lo que se suma, “curiosamente”, un repunte en acciones violentas de grupos criminales. Todo esto sólo puede resultar de acuerdos, negociaciones, coordinación… y esas mesas de diálogo no están en el gobierno federal. México tiene hoy un enemigo enorme, la revancha del mítico “Masiosare”, cuya máscara finge defender a la democracia. La amenaza es tan grande que el 2 de junio podría pasar a la historia como la victoria de Zaragoza contra los franceses o la caída de Tenochtitlan. Casandra, hija de Príamo y Hécuba, también prefiguró una destructiva amenaza para su patria. Ahora yo también. Espero tener mejor suerte que la infortunada princesa troyana, porque ya no se trata de partidos sino de la soberanía nacional… y como diría “Yogi” Berra, “El juego no se acaba hasta que se acaba”.
Entrevista a Julián Macías: https://youtu.be/wPdwDdQ0CBE?si=5sK1WEx7KttO_3N-
Artículo de Pandemia Digital: https://www.pandemiadigital.net/abro-hilo/los-lazos-de-atlas-network-con-las-campanas-contra-amlo-amloveteya/