Los miembros de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) vuelven a su hogar después de más de 20 años. Se trata de una antigua casona en Donceles 66, Centro Histórico, que mañana será reinaugurada; publica MILENIO.
Luego de algunos litigios, en 2020 lograron recuperar la casa del siglo XVIII, la cual pertenece a la asociación desde 1956 y fue su sede hasta 2002. El inmueble fue restaurado gracias al apoyo de las fundaciones Kaluz y Magdalena Ruiz del Valle.
¿Cómo se siente por volver a casa, maestro?
Estamos muy contentos, después de un cuarto de siglo en que no contamos con la sede, por fin la recuperamos tras un largo litigio y también pudimos remodelarla parcialmente, porque el proyecto es de tres etapas, pero solo hemos podido terminar la primera y es suficiente para albergar nuestra biblioteca, que durante este tiempo ha estado en un peregrinaje. Con la sede también llega la posibilidad de volver a tener sesiones presenciales en una sala extraordinariamente bien instalada.
¿Qué sucedió con la sede durante estos años?
En el año 2000, quien era presidente de la Fundación Pro Academia Mexicana de la Lengua Mexicana, Alejandro Burillo Azcárraga, nos ofreció la sede de la calle de Liverpool 76, una casa porfiriana muy bella que fue inaugurada por el rey Juan Carlos I y el presidente recién estrenado Vicente Fox. Nos cambiamos ahí porque era una casa muy bien acondicionada; nos la dieron en comodato y convino mucho a los académicos porque ya nos quedaba lejos la de Donceles, “además tenemos una edad considerable, que si sumamos la edad de todos los académicos, tenemos más edad que el cristianismo”, decía don Ernesto de la Peña. Y nos mudamos.
¿Fue una mala decisión?
En aquel entonces se decidió que era conveniente arrendar la casona de Donceles pero fue un mal contrato porque durante mucho tiempo no se cumplieron las estipulaciones de ese contrato. Cuando fui nombrado director de la Academia inicié un litigio para poder recuperar esa sede y, como alguien dice, es mejor un mal acuerdo que un buen pleito. La recuperamos y de inmediato pensamos en regresar.
La recuperan, ¿y qué sucede?
A partir de entonces hemos tocado muchas puertas para poder remodelar la sede porque quedó muy lastimada y necesitábamos remodelar. Fue gracias al apoyo de las fundaciones Kaluz y Magdalena Ruiz del Valle que pudimos hacerlo con una inversión cercana a los 11 millones de pesos y estamos muy agradecidos.
¿Y su valiosa biblioteca?
Estuvo varios años en un peregrinaje y seccionada en varios espacios sucesivos. En esta primera etapa pudimos reacomodar y desembodegar nuestra biblioteca, que lleva el nombre de un ilustre académico, Alberto María Carreño. Consta de 55 mil volúmenes y ya está instalada, clasificada y estará abierta al público.
¿Por qué es importante la Academia Mexicana de la Lengua?
La Academia está integrada por personalidades de primerísimo nivel. Han circulado por ella, a lo largo de casi 150 años, las mentes más brillantes, más talentosas, más enteradas, no nada más, como podría pensarse, en temas de lengua y de literatura, sino también en su composición. Y están presentes muchas disciplinas que son importantes para el conocimiento de la lengua y la literatura: hay historiadores, filósofos, juristas, médicos, arqueólogos, artistas, ahora tenemos un músico. Es un elenco plural que nos permite tener un acercamiento interdisciplinario con respecto a nuestro objeto primordial, que es el estudio de la lengua española y sus relaciones con las lenguas originarias de México.
Se piensa que son un grupo de intelectuales que se reúnen a platicar. ¿Qué opina?
Sí, generalmente existe la idea de que la Academia es un contra de viejecitos conservadores que nos dedicamos a desempolvar palabras viejas y a poner diques o fronteras para la movilidad de la lengua, nada más falso que eso.
La Academia Mexicana de la Lengua está abierta al estudio de un organismo vivo (la lengua) que cambia continuamente, estudiando, conociendo, registrando, y esto constituye una labor realmente muy importante, porque la lengua es el patrimonio intangible más importante de la humanidad. Es realmente lo que nos identifica, nos caracteriza, lo que nos conforma, escribimos, pensamos, hablamos, soñamos en lengua española, en este caso y hay que valorar toda esta riqueza.
Los planes de la Academia Mexicana de la Lengua en su regreso a Donceles 66 son ambiciosos. Por lo pronto, con apoyo de la iniciativa privada se consiguió remodelar la planta baja del edificio, pero se espera acondicionar un auditorio para 100 personas entre otras adecuaciones que estarán condicionadas a los recursos que se logren obtener.
Clave
La ceremonia de reapertura de la sede histórica de la Academia Mexicana de la Lengua tendrá lugar hoy a las 19:00 horas en Donceles 66.
Imagen portada: Araceli López | MILENIO
