Llegó de incógnito el pintor, escultor, galerista, empresario y coleccionista Damien Hirst (Reino Unido, 1965). Vestido de negro, con gorra y gafas oscuras supervisaba el montaje de la impresionante escultura monumental The Virgin Mother, de 2005. La obra de 10 metros de altura da la bienvenida a su exposición Vivir para siempre (por un momento), en el Museo Jumex; publicó MILENIO.
Cuando el personal del recinto se dio cuenta de que representantes de los medios de información aún deambulaban por ahí lo condujeron de inmediato dentro del inmueble, ya que la cita para recorrer la magna exposición estaba programada por la mañana con la finalidad de que el artista pudiera acudir al Museo Jumex sin que fuera abordado y molestado por los periodistas.
Hay muchas preguntas en el tintero que no se le pudieron hacer al controvertido Hirst, considerado uno de los principales artistas contemporáneos pues, de acuerdo con la vocera del Museo Jumex, no daría entrevistas porque “el espíritu del creador está en la exhibición”, pues él participó en cada detalle del montaje, es decir, fue el cocurador.
La muestra está conformada por 57 obras, entre instalaciones, esculturas, pinturas y su famoso cráneo For The love of God, fundido en platino y cubierto con incrustaciones de 8 mil 600 diamantes y dientes humanos. Es una obra de 2007 reconocida como una de las más costosas jamás producidas, ya que se cotiza en más de 100 millones de dólares.
La polémica
Vivir para siempre (por un momento) se inaugura este 23 de marzo en medio de la polémica, luego de que el periódico The Guardian publicó el martes 19 que tres esculturas de animales disecados (una paloma, un tiburón y dos crías de terneros), firmadas por Damien Hirst y exhibidas en galerías de Hong Kong, Nueva York, Munich, Londres y Oxford, se presentan como obras que datan de 1990. El diario asegura que “las tres obras fueron realizadas por empleados de Hirst en un taller en Dudbridge, Gloucestershire, en 2017”.
Una de esas tres obras, Madre e hijo divididos, ganó el premio Turner en 1995.
Al respecto, la respuesta del Museo Jumex es que las obras referidas no forman parte de la exposición Vivir para siempre (por un momento), la cual se programó desde hace dos años como parte central de la celebración del décimo aniversario del Museo Jumex.
Nuevamente en México
La obra de Damien Hirst, el creador que desafía las convenciones, se presenta por segunda ocasión en México. La primera exposición se llevó a cabo en la galería de su amigo Hilario Galguera, la diferencia es que ahora se muestra una exposición retrospectiva desplegada en tres salas del Museo Jumex.
Llama la atención, por supuesto, sus tradicionales esculturas de animales conservados en formaldehído, como los enormes tiburones, las vacas y los becerros.
Ann Gallagher, quien brindó asesoría curatorial para la exposición ofreció una introducción. Indicó que está organizada de forma cronológica, comenzando con las primeras obras que Hirst hizo en los años 80, montadas en el tercer piso, acompañadas de series y pinturas clave, así como sus vitrinas con material quirúrgico.
Su desarrollo sigue a lo largo de las siguientes décadas y continúa en el segundo piso, donde se introducen nuevas propuestas como sus pinturas de mariposas.
“En el centro de la galería se encuentra la obra For The love of God inspirada en una calavera azteca decorada, exhibida en el Museo Británico. La famosa pieza está rodeada por una serie de pinturas recientes: Los cerezos en flor (que combina con la jacaranda que la florea afuera del Museo Jumex)”.
Gallagher recordó que Hirst estudió pintura antes de adoptar una variedad de medios para producir su trabajo.
A pesar de las referencias a la muerte y la oscuridad así como de la cualidad gótica que se puede encontrar en gran parte del trabajo de Hirst, siempre se aprecia una luminosidad contrastante.
La curadora enfatizó sobre el otro sistema de creencias que aparece en la obra de Hirst: el de la religión. Las narrativas y categorías de imágenes (Virgen y niño, ángeles y santos) le son familiares desde su educación católica. A menudo los combina con referencias a la ciencia, mezclando estos dos sistemas de creencias aparentemente opuestos.
“Hirst ha declarado que, para él, la creencia en el arte proporciona el más fuerte de los sistemas de creencias, que la pasión por el arte es evidente en todas las formas altamente innovadoras que utiliza al explorar sus medios para negociar la brevedad de la vida”, dijo la curadora.
El propósito de esta exposición retrospectiva no solo es perfilar las obras icónicas sino permitir al público descubrir la evolución de una carrera de más de 30 años.
La exhibición estará abierta en el Museo Jumex hasta el 25 de agosto, en Miguel de Cervantes Saavedra 303, en la colonia Granada.
Imagen portada: Ariana Pérez | MILENIO