Por Francisco Tijerina Elguezabal
“Tras un recuento electoral, sólo importa quién es el ganador. Todos los demás son perdedores.” // Winston Churchill
Centrados en la metrópoli, pocos ponen atención a lo que sucede en otros municipios de Nuevo León en donde la elección de los presidentes municipales es todo un acontecimiento y conlleva una especial relevancia, incluso para la zona conurbada de Monterrey.
Tal es el caso de Cadereyta Jiménez, la otrora “Capital Escobera” y que de un tiempo a la fecha ha sido puesta en el ojo del huracán por albergar, desde hace ya un montón de años, a la Refinería de Pemex, a la que acusan de ser el principal contaminante de la atmósfera de la región.
A la pelea entre el actual alcalde, el panista Cosme Leal, que busca reelegirse en el cargo y el aspirante naranja Carlos Rodríguez “El Cuate”, se ha sumado una tercera opción en la persona del abogado Julio Garza Marroquín, postulado por el Partido Verde, quien si se descuidan tantito los de siempre se los puede llevar entre las patas.
La ventaja de Julio Garza es ser la novedad, porque tanto Cosme como “El Cuate” están muy vistos en Cadereyta y ya la gente les sabe hasta el modo de andar, por lo que pocas sorpresas pueden dar y se limitarán a repetir los muy gastados discursos y promesas de siempre.
Es ahí donde radica la brecha de oportunidad de Julio Garza que, si hace una buena campaña y logra vencer al abstencionismo imperante en la zona haciendo que el pueblo salga a votar en masa por su persona, les gana la alcaldía con la mano en el bolsillo.
Ya veremos y diremos, pero de una cosa estamos seguros, en Cadereyta el asunto se va a poner sabroso.