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“El eclipse detonará el interés científico”, destaca ‘Mujer cohete’

Carolina Berenice Rodríguez Garza es la primera astrofísica líder de una carrera de Ingeniería Física Industrial y comenzó su vocación científica mirando al cielo cuando era niña; publica MILENIO.

Está convencida que fenómenos como el eclipse total de sol servirán para detonar el interés científico de las próximas generaciones, además de que la comunidad científica mundial tendrá la oportunidad de obtener una gran cantidad de conocimientos que permitan conocer las afectaciones de la radiación solar al planeta.

“No se lo pueden perder, no vamos a volver a ver este fenómeno en 30 años y si viven cerca o si es fácil para ustedes viajar háganlo”.

En entrevista para MILENIO habla de su labor como divulgadora científica y por la cual es mejor conocida como la Mujer Cohete.

En tu experiencia personal mirar al cielo y las estrellas fue lo que despertó tu interés y pasión por la astrofísica, ¿qué impacto podría tener para las nuevas generaciones presenciar un eclipse total de sol?

Es un evento único. El último eclipse solar total fue hace más de 30 años en 1991 y en México vamos a ser muy afortunados por el que tendremos, pues no habrá otro en 30 años más.

El eclipse es una oportunidad para presenciar un fenómeno natural lejos de lo que nos enseñan en la escuela en la primera o secundaria. Va a ser algo sorprendente y sublime por tener oscuridad durante cuatro minutos. Yo creo que esto puede impactar en las vocaciones de los niños de primaria y muchos colegas se han inspirado por áreas científicas después de presenciar fenómenos naturales como eclipses o el paso de los cometas.

¿Qué experiencia podría recoger la comunidad científica en puntos como Torreón donde se podrá ver el eclipse?

Para la comunidad científica es muy relevante porque lo que pasa durante un eclipse solar total es que la luna está enfrente del sol, tapa toda la luz que nos nos permite ver en la normalidad la capa más externa del sol que es la corona solar. Durante un eclipse la gente que se dedica a estudiar estos fenómenos pueden tener mucha más información para crear modelos y los observatorios actuales de la NASA lo hacen. Tienen equipos especiales, pero siempre es limitado ver la parte más cercana del sol.

Le va permitir a los astrofísicos tomar datos que permitan modelar esta corona y al final esta tradición lo que uno puede ver son estas eyecciones de masa coronal o protuberancias solares que están desarrollados con los campos magnéticos del sol que impactan a la atmósfera de la tierra.

Es un fenómeno que ha sido impactante en la historia de la ciencia, por ejemplo la primera comprobación de la teoría general de la relatividad de Albert Eistein se comprobó mediante un eclipse. Einstein lo que decía era que la gravedad es una consecuencia de la deformación del espacio tiempo y no es como una fuerza en sí mismo. Se comprobó poco después de 1915.

Los eclipses son importantes de ver por la curiosidad, pero científicamente aportan mucha información.

¿Cuáles puntos habría que tomar en cuenta desde la academia y la docencia para capitalizar este fenómeno como una oportunidad didáctica de aprendizaje e impartición de conocimientos?

Hay que entender que es un fenómeno natural y observar con seguridad. La información es lo más importante y ser críticos de lo que recibimos, pero también ser cuidadosos porque no es algo que se pueda ver directamente a simple vista y sí con unos lentes especiales.

¿Desde la institución en que laboras tienen pensado alguna actividad o programa especial para este fenómeno?

Estamos organizando desde el Departamento de Ciencia con el Campus Laguna una actividad en Torreón, pues es parte de la ruta del eclipse. Vamos a ir estudiantes y profesores, dos de astrofísicos que laboramos en Monterrey vamos a impartir una plática en la mañana y luego habrá talleres con personas de secundarias y primarias y secundarias para construir cajas solares. De aquí de Monterrey también va con nosotros la Sociedad Astronómica de Monterrey porque ellos tienen telescopios y vamos llevar al menos 10 para que podamos observar de manera segura con un filtro solar.

También tendremos otras actividades didácticas como lotería astronómica mientras ocurre el eclipse.

Te conocen como la Mujer Cohete, ¿por qué?

Siempre me gustaron las matemáticas y la física, pero luego hay muchos mitos alrededor de esas carreras. Me metí a buscar en la web cosas de la NASA y del espacio, me acuerdo que di con la primera mujer en pilotear una estación espacial y que se llama Eileen Collins y que sus colegas le decían Rocket Woman. Me dije que quería ser como ella y siempre me puse de pseudónimo la Mujer Cohete.

¿Crees que tu labor como docente y divulgadora científica podría servir como un modelo para inspirar niños y jóvenes?

Lo que siempre ha sido mi objetivo e intención es que como para mí fue difícil encontrar este camino porque en mi familia nunca hubo nadie que haya tenido una formación científica, entonces es una carrera muy bonita, que tiene muchas oportunidades y cosas más positivas que los mitos y estereotipos que escuchamos. Más que buscar cualquier otra cosa lo que gustaría es poder compartir mi experiencia y ya si mi experiencia le puede ayudar a abrir los ojos o la mentalidad a alguien más me daría por bien servida.

La divulgación científica siempre ha sido complicada, pero actualmente las redes sociales y la desinformación derivada de ellas implican un mayor reto, ¿cuál consideras que es la clave para llevar a buen puerto esta labor?

La educación. Las redes sociales son un arma de doble filo, tenemos la información a un clic de distancia pero no toda la información es confiable y la única forma de poder discernir es a través de la educación de calidad desde los grados más básicos. Que se les enseñe a ser críticos de la información y el pensamiento, para esto las matemáticas y la física contribuyen mucho para ser lógicos.

Hay controversias por ciertos divulgadores e incluso se ha propuesto que se debería de regular la divulgación científica así como los que hacemos ciencia somos constantemente evaluados por nuestros pares académicos. Yo no sé qué tan de acuerdo estoy con esa iniciativa, pues la libertad de expresión es algo muy valioso y además no se debe cerrar la posibilidad de llegar a las comunidades más vulnerables.

En mi opinión creo que la mejor herramienta para combatir la desinformación es la educación de calidad desde los niveles más básicos.

¿Está preparado el sistema educativo para asumir estos retos?, ¿qué pendientes ves al respecto?

Yo creo que hay que acercar más a la comunidad científica, aunque también es algo limitado porque somos pocos en el país. Al menos en astrofísica hay 200 astrónomos entre los 130 millones de habitantes y hablamos de un astrónomo por cada medio millón de habitantes.

Esa interacción de que haya una relación entre una persona que tiene este conocimiento hace falta, acercarse a las primarias y a los profesores para educarlos en ese sentido de sensibilidad respecto al ejercicio de la ciencia. Es complicado porque todos estamos preocupados por la inmediatez de nuestras actividades diarias, pero creo que podríamos reforzar.

¿Qué incidencia o reacciones han tenido tus contenidos en la comunidad?, ¿qué es lo que más te sorprende de esta labor?

Es una actividad bien noble y bonita que me ha dejado muchas satisfacciones. Soy la primera persona en mi familia en obtener estudios universitarios y algo muy bonito que ocurrió cuando recién obtuve el grado de doctorado como soy de un pueblo pequeño (Hidalgo, Tamaulipas) me invitaron a estar en la ceremonia de graduación en la secundaria donde estuve. Recientemente me invitaron a una ceremonia en la preparatoria donde estuve y eso es lo mejor porque tiene un impacto. Uno hace las cosas porque le gustan, pero sí logras que más gente conozca de esta carrera y lo que te ofrece.

Hace tiempo un profesor me contactó y me mandó fotos de su grupo de primaria al que le había pedido investigar sobre científicos con mi imagen en sus cartulinas. Si eso sirve de algo para inspirar a los niños y tener una referencia para encontrar ese camino científico.

En tu rol como académica destacas por ser la primera directora de la carrera de Ingeniería Física Industrial del Campus Monterrey del Tecnológico de Monterrey, ¿cómo definirías el interés de las nuevas generaciones en la ciencia desde esa posición?

Yo creo que está creciendo. Una cosa que me gusta comparar es que cuando yo me gradué en el 2007 salimos tres personas de la licenciatura en física y ahora en el semestre pasado en diciembre de 2023 me tocó una generación de 117 ingenieros físicos que salen al mundo. Es una generación histórica y eso es un poco por la sociedad, la industria y la socialización de la ciencia que logra conocer que la física es todo y describe la naturaleza. Vamos a entender poco a poco que los físicos podemos aportar en diferentes áreas, no solamente académica sino en la industria.

¿Cuáles consideras que son los retos de una mujer científica actualmente?

Hay mucho por hacer. Hemos ido avanzando mucho, primero en la representación femenina y de manera global en este tipo de carreras el 30 por ciento son mujeres y el 70 por ciento hombres. Luego tenemos varios estereotipos o sesgos inconscientes de que tal carrera es para hombres y otra para mujeres, pero creo que hemos avanzado poco a poco.

¿Qué falta? Las personas que nos dedicamos a hacer investigación somos evaluadas por el Sistema Nacional de Investigadores y a veces te enfrentas a que tienen los mismos requerimientos que los hombres, pero no se consideran cuestiones como la maternidad y falta legislar para hacer políticas que consideren estos aspectos.

Trascendental en la ciencia

Es un fenómeno que ha sido impactante en la historia de la ciencia, por ejemplo la primera comprobación de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein fue mediante un eclipse.

Imagen portada: Especial | MILENIO

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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