Por José Jaime Ruiz
Enfebrecidos por los pésimos resultados de Claudio X./óchitl en el debate, Raymundo Riva Palacio y Carlos Loret de Mola se inventan un pleito inexistente citando como fuente a Salvador García Soto (quien tiene un espacio en El Universal donde circula desinformación de pésima calidad y quien carece de fuentes en Palacio Nacional y en el war room de Claudia Sheinbaum), e interpretando como arúspices la entrañas de las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador y lo que quisieron decir dos “rayuelas” de La Jornada.
Después de una parturienta justificación de cómo los columnistas obtenían su chayote en la época neoliberal, Riva Palacio, ya que la verdad es irrelevante, enloquece en El Financiero: “no le había gustado al Presidente la forma como Sheinbaum actuó en el debate, por no haber sido lo suficientemente clara y contundente para responder los ataques sobre la corrupción en su gobierno”. Y, por tanto: “no supo defender lo que ha hecho este gobierno”.
En nado sincronizado, Loret de Mola acompaña el embuste: “El resultado irritó al presidente de México. Para AMLO, Claudia perdió el debate. Y perdió porque no lo defendió a él, a su gobierno, a sus hijos”. El señor de los montajes agrega sobre la percepción del presidente: “Estaba enojado. La visión de país era adversa y su candidata no había salido a defenderlo”.
Al inventarse, e ilusionarse con un pleito, descontextualizan la mañanera: “Todavía hace uno o dos días, en toda la narrativa del debate, ¡en toda la narrativa del debate!, si ustedes lo analizan, se habló de lo que sostienen nuestros adversarios de los medios de manipulación, toda la narrativa del debate fue eso, no reconocer absolutamente nada. Es la narrativa de Televisa, y de Azteca, y del Reforma, y de El Universal, lo que utilizaron para hacer las preguntas en el debate con una supuesta consulta a todos los ciudadanos, dejándole a los conductores el privilegio de poder escoger qué preguntas hacer.
“Y ‘¡qué mal estamos en salud!’, sin reconocer absolutamente nada; ‘qué mal en educación!, ¡qué mal en todo’. Aun así, aun así, no pudieron dejar mal —yo no estoy hablando de partido— lo que se ha hecho en el combate a la corrupción.
“No fueron capaces de hacer distinciones, todo fue a tabla rasa, las preguntas. Recuerdo una de Denise: ‘¿Cómo hacerle para enfrentar la gran corrupción que persiste, que viene desde no sé qué gobierno, pero ahí está?’, como si nosotros fuésemos iguales, si no nos hubiésemos dedicado por completo a desterrar la corrupción”.
AMLO nunca se refiere a si lo defendió o no Sheinbaum en el debate. Para quienes sabemos que la realidad es relevante más acá de los montajes, López Obrador habla de la narrativa de la derecha, de la del INE, Televisa, TV Azteca, esa narrativa que históricamente se da contra la 4T. El pleito está en otra parte, en la fractura de la comentocracia de la derecha, en los seguidores de Loret, quienes pasaron del “todos somos Loret” al “a la verga con Loret”. El pleito esta en otra parte porque no pueden recomponer la verborrea consuetudinaria de Xóchitl cada vez que la «pendejiea»: «Si a los sesenta años no has podido hacer un patrimonio es que eres bien güey».
No sólo desinformación, ilusión. Después del descalabro de Xóchitl Gálvez en el debate, y viendo que ya es imposible un viso de triunfo, sólo les queda inventarse un pleito irreal entre el presidente y la próxima presidenta. Las pesadillas de la desesperación producen delirios.