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De vez en cuando Derbez

Por José Francisco Villarreal

Cuando no había opciones de TV, no teníamos más remedio que ver lo que se emitía en señal abierta. Había antenas “parabólicas”, que captaban señal gringa, o de quién sabe dónde, pero como por entonces y hasta la fecha soy de “clase media respiracionista” (los que aspiramos a seguir respirando), no tengo idea de qué programas se veían con esos armatostes. Recuerdo vagamente que incluso se hizo una canción sobre las antenas parabólicas, pero era más bien una resignada y envidiosa burla ante la ostentación. Algo así como lo que hizo el tampiqueño Pepe Mercado con su vademécum médico-musical en el que, me quejo, no incluyó ninguno de mis achaques. En TV abierta disfruté a Pepe cantando su éxito “Las Reumas”, y en TV abierta vi telenovelas, comedias, noticieros, series, ¡de todo! Había programas generados en México en los que se cuidaba una calidad mínima, que iba de acuerdo con la novedad del medio y la capacidad de asombro del público. Así se avanzó hasta alguna época en la que la “Televisión para jodidos” del “Tigre” Azcárraga logró tener una calidad razonable en cuanto a entretenimiento se refiere. Siempre de acuerdo a la época y al público. En esa prehistoria recuerdo un programa de comedia que solía ver. Se llamaba “Anabel”. No era una joya, pero era fresco y gracioso. Entre los actores estaban, además de Anabel Ferreira, María Alicia Delgado, Carlos Ignacio, Ricardo de Pascual, Mario Bezares… También estuvo un tiempo Eugenio Derbez, un joven bastante bueno (como actor cómico). Luego haría otros proyectos que, aunque sí fueron muy populares, yo sólo los vi eventualmente, por pura casualidad. No digo que fuera malo, digo que a mí no me llamaba la atención. Eso sí, de lo que le vi, celebro su ingenio. En el doblaje, “Burro” ya es todo un clásico, deveritas deveritas.

Eugenio tuvo una muy buena escuela teatral en su propia casa. Su madre fue Silvia Derbez, una actriz imprescindible en la historia del cine y la TV mexicanas. Muchas veces vi a mi abuela soltando tremendos lagrimones de oquis, nada más por solidaridad con la sufrida “Mamá Campanita”. No sé si en cuestiones políticas Eugenio se formó también con ella, o con el panista Luis Ernesto Derbez, su tío, funcionario del presidente más fantoche que ha tenido México, Vicente Fox. Pudo también formar su criterio ciudadano con seriedad y evaluar el estado de cosas de México desde Estados Unidos, en donde habita. Cuando vi su video, presuntamente sin filiación partidista, invitando a los mexicanos a votar, confirmé que, en efecto, Derbez es apartidista, no porque repudie a los partidos sino porque se nota que no tiene la menor idea de lo que es una definición política reflexiva. Su video, y algún otro que anda por ahí, son todo un bloque de propaganda del frente cardiaco. No hablan directamente, pero dicen los negativos contra este régimen que se han estado difundiendo desde la oposición durante ya casi seis años. Obviamente el video de Derbez no es una invitación al voto razonado, sino una invitación a no votar por el frente oficialista. El video de Derbez, y algún otro semejante que vi (y seguro que habrá más), son propaganda partidista que es muy probable que no será vista así por las autoridades electorales. Se entiende, porque las leyes electorales, y las leyes en general, no están diseñadas para ver los sesgos en el discurso y en los hechos. Con todo y estos y otros asegunes, es válido que así sea a muy aparente título personal, cualquiera invite al voto, aunque sea con trampas. No importa si es Derbez, Aguilar Camín, Krauze, o una jovencita que vi por ahí, muy agradable pero con ideas muy desagradables.

La promoción partidista disfrazada de civismo es un recurso muy útil para cuando se inicie la veda electoral. Como sucede con la “ley seca”, hay que prepararse con anticipación para ejercer el deporte más popular en México, que no es el futbol, sino evadir leyes y reglamentos. Somos campeones en eso, pero sólo a nivel llanero; los campeones olímpicos están en el Poder Judicial, ¡medallas de oro para la sediciosa ministra Piña y sus secuaces! Así que, cuando todos aspiremos a respirar con alivio por la desaparición de las campañas, tendremos las otras campañas dizque apartidistas ¡jorobándonos! Y claro, la dinámica de publicaciones en redes que, como se emiten normalmente desde países afines a la ultraderecha internacional o sólo ajenos a nuestras leyes electorales, seguirán chinga y jode con fake news, acusaciones infundadas y, más llanamente, insultos. El “éxito” internacional del presidente argentino, “motosierra” Milei, en la cumbre fascista en España, ya nos anticipa el nuevo tono de la ultraderecha internacional. Y sea cual fuere el resultado de las elecciones en México este 2 de junio, esa ultraderecha ya tiene a México en la mira para insertarse en el sistema de partidos. Los rastrojos de la alianza cardiaca y derechista actual, estarán listos para empollar los huevos de ese basilisco mefítico. El SarsCov2 es un inocente resfrío comparado con este virus mortal.

Volviendo a los videos “cívicos”, de todos los que he visto, ninguno es muy bueno. No son capaces de hacer “click” con un espectador medianamente informado. “Ganchan” a quienes ya tenían esos prejuicios, las mentes más débiles, los más asustados, que han hecho suyos los mismos argumentos sin sustento que se han difundido durante casi seis años por todos los medios posibles. Eugenio había perdido ya protagonismo después de su defensa de las empresas turísticas en Quintana Roo. Se ocupó de sus películas. Su regreso es forzado, porque su “éxito” en Estados Unidos no significa mucho para los mexicanos. No es un migrante por necesidad, sólo es un tránsfuga laboral. Han sido más valientes Krauze y Aguilar Camín, que han estado pontificando todo el tiempo desde lo que creen que son sus torres de marfil, y que desde la esquina de mi calle son torres de Babel. Exceptuaría sólo a la joven que expresa en un video su posición sin aparente filiación política pero con firmeza, claridad y frescura. ¡Excelente actriz! Casi me convence. En su video empieza describiendo personajes bien conocidos por mí, y por muchos, ¡décadas de gobiernos prianistas! Hasta que mencionó “árboles y cenotes” descubrí el truco. No, no era un video promoviendo el voto ni en defensa de la democracia. ¡Buen intento!

Durante estos días, y todavía faltan más, hemos padecido en todo México un infierno climático. Recordé a Donald Trump, uno de esos “libertarios” que en otra campaña y durante su gobierno negó cualquier riesgo por el cambio climático. No sé qué esté pensando ahora el pueblo argentino respecto a su presidente y su promesa de imponerse sobre la “casta”. En España viven su propio infierno con el ataque continuo de la ultraderecha contra las instituciones del estado. Ecuador padece bajo el gobierno de un pelele de Estados Unidos y de los grandes capitales. No hablemos de Ucrania, Rusia, Perú, Israel, y otros lugares donde se nota la gama que va del autoritarismo al despotismo. Ninguno se compara con México, aunque la derecha quiera impostarle esa máscara. Ya vimos y veo que en México se agudiza la dinámica del insulto desde la oposición cardiaca. No son “patadas de ahogado”, es la imposición de una nueva dinámica entre las propuestas políticas, la ordalía por encima del diálogo; y si el pueblo no rechaza esta barbarie, lo que sigue será el muy medieval “juicio de Dios”… “Exurge domine, et iudica causam tuam”, reza el lema del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición: “Levántate, Señor, y juzga tu causa”. Quiero suponer que esta “nueva tendencia” no será “negro inquisición” sino “rosa mareado”, porque estoy notando que el INE, incapaz de enfrentarse e imponerse al frente cardiaco y a la incontinencia verbal de Bertha X, mejor optó por mover su gama de rosa hacia algo que no ubico, entre fucsia y magenta. ¡Vaya cosa! Hasta los dictadores y fascistas históricos se morirían de vergüenza frente al “rosa pastel de quinceaños” opositor, ¡qué color tan anodino! En cualquier caso, yo aprovecharía que de vez en cuando Derbez se inflama de espíritu cívico a favor de la oposición cardiópata. El tipo es muy bueno para el albur. Y como el fondo de las campañas “apartidistas” es el discurso partidista embozado, qué mejor que él para ponerle pimienta a ese caldo gordo. Deveritas deveritas.

Fuente:

// José Francisco Villarreal

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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