Por Obed Campos.
La pregunta obligada es ¿cuál será el porcentaje de participación de la gente de Nuevo León en este proceso de 2021?
Los expertos creen que será de un 60 por ciento, más o menos.
Muy por encima de la media nacional se encuentra el porcentaje de participación de los nuevoleoneses en los últimos procesos electorales recientes, y nos situamos, de acuerdo a las cifras en cerca del 40 por ciento de participación en las pasadas elecciones.
En tanto, los gastos de las campañas de más de 200 mil candidatos a nivel nacional, los cuales compiten en estas elecciones, llegan a los 14 mil millones de pesos.
Una cifra insultante en un país con un 60 por ciento de la población debajo de los niveles aceptables de pobreza.
Estos 14 mil millones superan y por mucho el presupuesto que destina el gobierno de la autollamada 4T al gasto científico, rubro olvidado en este sexenio.
Empero, los partidos políticos tienen propietarios en México, es decir, no son entes públicos y muchos trabajan como agencias de colocación y son el gran negocio para sus líderes.
Por ello vemos cómo no les empacha postular a NO militantes y en cambio SÍ lanzar candidatos contrarios a su “ideología”, siempre y cuando les reditúe votos: deportistas, cantantes, gente de moda, son los propuestos por muchos, como el Partido del Trabajo (PT), un partido supuestamente de “izquierda” nacido acá en Nuevo León, el cual ha tenido como postulados, ya dije, a artistas, deportistas, conductores de tele, cantantes, y todos los etcéteras, a quienes se ofrece una cantidad en efectivo para que acepten ser sus abanderados, y rentar así por unos meses su imagen… ¡Ah!, y en una de esas, chance y ganan.
Con esos postulados los partidos aseguran mantener sus registros, más el negocio que significa vender las plazas de diputados plurinominales…
Lo que debemos enfatizar y no olvidar que, en estas, las calificadas como las elecciones más grandes de la historia, ha habido casi un centenar de candidatos y candidatas asesinados, cosa que, por supuesto ha sido minimizada desde el púlpito de la mañanera, por un López Obrador que cuando no le conviene, califica todas las noticias como amarillismo.
Estas no solamente son las votaciones más grandes y más caras de la historia mexicana, sino también las más violentas de que se tengan memoria.
¿Cuántos candidatos y candidatas no llegarán vivos al 6 de junio?
Acá en Nuevo León, el panista Fernando Larrazábal no comulga con Felipe Calderón, pero parece que se lleva bien con Ricardo Anaya.
Los analistas ven por otro el interés por Nuevo León de López Obrador, quien aparentemente pretende evitar todo apoyo futuro desde aquí a los candidatos a la presidencia del PAN y del PRI en el 2024, y supuestamente por eso prefiere que un candidato manejable, como Samuel García, llegue a la gubernatura, porque con los otros no se lleva bien, y quien era su candidata, Clara Luz Flores, pues difícilmente se ve que alcance un buen lugar.
