Por Francisco Tijerina Elguezabal.
“Todo está
cambiando. La gente se toma en serio
a los humoristas y a los políticos como una broma”
Will Rogers
Se acabó la campaña, se terminaron las promesas y el sonsonete publicitario de frases pegajosas, es tiempo de tomarse las cosas en serio.
Tiene razón Samuel García, no hay que desperdiciar dos meses para iniciar la transición, hay que arrancar ya, pero entendamos el periodo y el proceso como el entendimiento del status de las cosas, no como una responsabilidad anticipada de tomar decisiones.
El actual gobierno termina su gestión hasta los primeros de octubre y es de ellos la responsabilidad de cuanto ocurre; no puede el gobierno entrante tomar las riendas de manera anticipada.
Puede, sí, y debe, enterarse de cómo están las cosas; es normal que tenga una percepción de los principales problemas y que con base en ello confronte la realidad de lo que ocurre al interior de la administración, sopesando escenarios y normando criterios, pero eso no significa que pueda tomar decisiones.
Puede, tal vez, proponer algunas acciones que puedan, otra vez tal vez, ser emprendidas de manera anticipada, pero hablamos de dos veces tal vez, lo cual es muy difícil en la realidad.
El asunto es que a partir de ya las cosas son en serio, no en el imaginario, no es la ligereza de la promesa mediática o el “queda bien” de las redes sociales. Hay que tomar el toro por los cuernos y los temas con la mayor seriedad. Así lo exige Nuevo León y las circunstancias.