Este domingo se inauguró la Línea 2 del Cablebús en la Ciudad de México que va de Constitución de 1917 a Santa Marta, en la alcaldía Iztapalapa. Su extensión es de 10.6 kilómetros, lo que la convierte en la más grande del mundo, de acuerdo con el secretario de Movilidad de la entidad, Andrés Lajous.
La Línea 2 está conformada por siete estaciones: Constitución de 1917, Quetzalcóatl, Las Torres Buenavista, Xalpa, Lomas de la Estancia, San Miguel Teotongo y Santa Marta. Además, cuenta con 305 cabinas que tienen capacidad para 10 personas y al día la pueden usar alrededor de 108 mil pasajeros.
El proyecto requirió una inversión de 3 mil 183 millones de pesos, pues se construyeron 59 torres y en cada estación se realizaron intervenciones de impacto comunitario, como construcción o rehabilitación de mercados y parques.
Asimismo, se intervinieron senderos seguros, alumbrado público, cámaras de video viligancia conectadas al C5, postes y muros, mosaico multicolor, áreas verdes; así como la instalación del pilar de Lomas de la Estancia. Lo que provocó la generación de 2 mil 200 empleos directos y 1 mil 500 indirectos.
Reducción del 50% del tiempo de traslado
Las cabinas se mueven a 18 kilómetros por hora, esto permite reducir los tiempos de traslados casi el 50 por ciento. Los viajes que antes duraban 1:15 horas ahora son de 36 minutos.
La Línea 2 forma parte del Sistema de Movilidad Integrada de la CDMX y tiene conexión con la Línea 8 y la A del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Igual que con unidades de la Red de Transporte de Pasajeros y del trolebús.
Su costo es de 7 pesos por viaje y el ingreso es gratuito para adultos mayores de 60 años, personas con discapacidad y para menores de 5 años. La Línea 2 opera de lunes a viernes de 5:00 a 23:00 horas; sábados de 6:00 a 23:00 horas; domingos y días festivos de 7:00 a 23:00 horas.
Andrés Lajous destacó que es 100 por ciento accesible para cualquier persona, ya que todas las estaciones cuentan con elevadores y los usuarios pueden subir sus bicicletas todos los días, siempre y cuando las cabinas tengan espacio.
Aunado a ello, agregó que es amigable con el medio ambiente porque ahorra emisiones de 1 mil 900 toneladas de dióxido de carbono en un año. Por último, afirmó que una mejora en el transporte implica aumentar el acceso a trabajos, pues en algunas zonas de la ciudad los tiempos de traslado son amplios y es más complicado llegar a las oficinas.