Por Obed Campos
“¡Va mi espada en prenda, voy por ella!”, supuestamente gritó José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, quien luego se hizo llamar Guadalupe Victoria y fue nuestro primer presidente, durante una batalla de tropas insurgentes contra realistas en Oaxaca.
La escena (y el grito), como la del Niño Héroe envuelto en la bandera y saltando desde lo más alto del paredón del Palacio de Chapultepec, forma parte del panteón imaginario y heroico de lo mexicano…
Pues bien, al comparecer ayer martes ante los diputados locales por aquello de la Glosa de la Sexto informe de gobierno, el secretario de Seguridad, Aldo Fasci Zuazua, salió de nuevo con la cantaleta (que ya se le hizo costumbre) de que “deja su espada en prenda” y que está dispuesto a renunciar cuando los diputados crean que es necesario.
No le quite usted el afán: Aldo es de los pocos funcionarios que se quedarán en el cargo en el próximo gobierno de Samuel García… Pero ya se le olvidó que llegó a la secretaría más por ser cercano políticamente (en ese entonces) con Natividad González Parás y Rodrigo Medina y sus familias que por su capacidad técnica (venía de ser subprocurador, puesto que podría parecerse pero no es igual).
El jefe policíaco acudió ante los miembros del Poder Legislativo a supuestamente explicar sus estrategias y medidas en materia de seguridad, pero al aceptar los altos índices de violencia se quiso tirar al suelo, muy a su costumbre para convertir la comparecencia en una opereta de carpa y defender lo que queda de Fuerza Civil.
En anteriores legislaturas, Fasci puso ya su renuncia sobre la mesa, al ser cuestionado por los diputados, muy confiado en que no son ellos los que quitan y ponen a los secretarios.
“No es tirarme al suelo, eso que quede claro, pero a este Congreso hace dos años, les pedí, y lo sigo pidiendo porque es una institución, que, si a mí me tienen que hacer a un lado para que esto mejore, la renuncia está aquí es en serio, si esta es la solución, adelante, yo no voy a estorbarle a Nuevo León, jamás en la vida” espetó ayer.
Igual lo hizo cuando elementos militares mataron “por error” al joven Jorge Otilio Cantú Cantú, en abril del 2011, hecho por el cual la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tendrá que indemnizar con 5 millones 469 mil 824 pesos por persona a la esposa, padre y madre del médico Cantú Cantú, ya que fueron comandos del Ejército en coordinación con elementos de Seguridad Pública los que dispararon 29 veces a Otilio, quien recibió además 6 tiros en el rostro, “de gracia”.
También Fasci renunció cuando ya no se sabe si soldados o policías uniformados como elementos de Seguridad acribillaron a una familia…
De los errores actuales en la corporación, Fasci culpó a la selección de personal para los cuerpos de seguridad, debido a que las pruebas de control y confianza aplicadas por la federación dijo que son “obsoletas” y que ya analizan la creación de un de “examen de admisión”… Como que se están tardando.
“Las pruebas de control y confianza no están funcionando, esa es una realidad, y la federación por muchos años, no es un tema de esta administración, no nos ha permitido a ningún estado mejorarlas o cambiarlas, entonces están obsoletas y no nos permiten hacer otro tipo” señaló el funcionario.
En el topetón con el legislativo, los panistas cuestionaron el papel de Fasci en los dos sexenios anteriores, y dijeron que se esperara poco de su permanencia en la dependencia durante el próximo sexenio, si en los más de 12 años últimos no se vieron resultados.
Eso sí, Aldo Fasci culpó a la misoginia de la violencia contra las mujeres y no a las políticas públicas, porque dijo que en Nuevo León “somos un estado misógino” y esto es la raíz de toda la violencia en general que se vive en la entidad.
Y aunque los panistas insistieron que no hay políticas públicas eficaces para combatir la delincuencia, Fasci culpó a la gente por no denunciar al 911 ya que, dijo, sin información completa es difícil tomar decisiones adecuadas.
Y en este punto una vez más se victimizó: “si consideran que no debo seguir aquí, que lo expongan y me hago a un lado”.
Y eso sí, ofreció poner todo su esfuerzo para bajar los indicadores de inseguridad, aunque, dijo, es un tema colegiado, porque un secretario solo no puede cambiar el panorama… Cosa que ya se vio.
Por su parte, la fracción del PRI recordó los homicidios en los últimos meses: 100 mensuales en promedio, a lo que Aldo propuso que la solución es atacar en forma horizontal los delitos y en dos o tres años bajar las muertes, combatiendo a los “generadores de violencia”, que en este caso son los cárteles.
El actual secretario y futuro secretario de Seguridad admitió que las pruebas de control y confianza a miembros de Fuerza Civil no están funcionando, pero culpó a la federación porque dijo que el formato es un asunto federal.
Los diputados de Movimiento Ciudadano cuestionaron si se tiene control real en los penales y Fasci les dijo que están en paz, controlados, pero reconoció que eso no implica que dentro opere la delincuencia porque tienen libertad de visitas.
En el rubro de los abuso de autoridad, Fasci declaró que de dos mil casos anuales, “sólo” 400 pertenecen a Fuerza Civil y dijo que los elementos requieren entrenamiento para controlar su ira, porque “nadie les puede alzar la voz” ya que esto desata el abuso de poder.
El diputado Eduardo Gaona criticó que el rector de la Universidad de Ciencias de la Seguridad haya enviado representante y, como príncipe, no haya dado la cara; criticaron el constante incremento en su presupuesto y Fasci aprovechó para criticar la existencia de dicha Universidad, ya que, dijo, Fuerza Civil no tiene su propia academia y pidió a los diputados le ayuden en este sentido.
Pero ¿por qué seguir en el cargo, si así no ha dado resultados? cuestionaron los diputados de Morena a Fasci, cosa que no contestó pero dijo hay que atender las causas de fondo y que cada vez que hay un muerto, él no duerme, aunque advirtió: “yo no jale el gatillo”…
SIGUE EL COMPLOT
Hablando del Congreso, en el recuento de los daños tras el complot y cuartelazo contra Anylú Bendición Hernández, para quitarle la coordinación de la fracción de Morena en el Congreso de Nuevo León por el resto de su misma bancada, o sea la diputada Jessica Elodia Martínez y Waldo Fernández, las cenizas siguen ardiendo.
Y me dicen que en el CEN del partido de López, allá en la vieja Tenochtitlan (que de un momento a otro puede volverse a llamar así) tienen sendo expediente no sólo contra los diputados insurrectos, sino contra las manos que mecieron la cuna diabólica.
No se había sabido nada, pero los investigadores del CEN dicen que en la asonada tuvo mucho que ver Grecia Benavides, quien aún cobra en la nómina del Gobierno de Nuevo León, concretamente en programas sociales aunque es miembro activo del partido de López… Y por supuesto, su patrocinadora, la aun super delegada Judith Díaz Delgado.