El secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, refrendó que la actuación de las Fuerzas Armadas siempre será dentro de un marco de legalidad y con absoluto respeto a los derechos humanos, sin jamás dirigirse en contra del pueblo.
Durante la ceremonia del 105 Aniversario de la Defensa Patriótica del Puerto de Veracruz, llamó a apostar por la unidad de todos los mexicanos y a no perder más tiempo.
“Unamos voluntades. Es hora de pensar en México. Es hora de recuperar el tejido social”, expresó luego de recibir del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la Condecoración a la Perseverancia Excepcional de Primera Clase por cumplir 50 años de servicio activo a la nación.
El funcionario federal dejó claro que las Fuerzas Armadas “reconocen que su actuar jamás debe dirigirse contra el pueblo. Un sublime heroísmo de nuevas formas y razones innegables que busca lo mejor para México con responsabilidad, legalidad y absoluto respeto a los derechos humanos”.
Ante el presidente Andrés Manuel López Obrador -quien estuvo acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller-, destacó que las Fuerzas Armadas están más unidas que nunca, con una hermandad inquebrantable y a toda prueba, buscando el bien común y el servicio de su pueblo, “porque estamos plenamente convencidos que la unión hace la fuerza”.
Esto es, trabajar por el bien común, “el tiempo no regresa y cobra dividendos. No perdamos más el tiempo”, añadió el funcionario federal.
“Señor presidente, usted y los mexicanos cuentan con unas Fuerzas Armadas dispuestas a ser fieles a los principios de libertad y justicia que hacen de esta Patria una nación independiente, humana y generosa. Apostemos por la unión de todos los mexicanos”.
Al dirigirse a los jóvenes cadetes que inician su trayectoria naval, comentó que la Armada les permitirá forjarse un futuro, pero, sobre todo, los impulsará a cumplir su más grande sueño que es servir a México, a quien pidió no defraudar.
Ojeda Durán resaltó que velar por la Patria es una noble acción que solo puede cumplirse con absoluta vocación y convicción, y les dijo que estarán bajo el amparo de su alma máter, misma que al toque de clarín les exigirá disciplina, voluntad y entrega.
“Un actuar que honre el juramento que hoy han hecho frente a nuestra enseña nacional. Han empeñado su palabra ante uno de los símbolos patrios más importantes de la nación: La Bandera Nacional”.
Precisó que esta nueva generación se forja bajo los esquemas de un México diferente, “de un México que se transforma”. “Es una etapa de reivindicación y justicia social”, ejemplo de ello es el grupo de marinos retirados que recibieron de manos del presidente López Obrador el grado naval inmediato superior por el que entregaron su vida entera.
El titular de la Marina agradeció también la condecoración a su persona, al precisar que “ser marinos navales es la mejor decisión de nuestras vidas”, travesía que forjó con el apoyo de grandes generaciones.
En el acto, agradeció a las y los mexicanos por darles su confianza para portar este uniforme naval que entraña la lucha de todo un pueblo.
En ese marco, resaltó el ejemplo patriótico de quienes defendieron a la Nación el 21 de abril de 1914, y expresó que quienes hicieron juramento al Lábaro Patrio y los marinos de trayectoria, “refrendamos nuestra promesa ante el pueblo mexicano”.
Al acto también acudieron los secretarios de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; así como el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo; el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, y el titular de Turismo, Miguel Torruco Marqués, entre otros.
La Escuela Naval se fundó en julio de 1897 y en sus instalaciones se han forjado desde entonces destacados marinos, mientras que el título de “Heroica” se le otorgó por los hechos gloriosos en la gesta de la defensa del Puerto de Veracruz el 21 de abril de 1914.
Ello, cuando los cadetes y demás personal de la escuela se enfrentaron ante fuerzas extranjeras estadounidenses; en la acción perdieron la vida el teniente José Azueta y el cadete Virgilio Uribe.
Luego de algunos altibajos, la escuela continuó funcionando en diversos lugares del país, preparando a los oficiales que necesitaba, preocupándose por mantener sus programas de estudio actualizados ante los rápidos avances tecnológicos de la época.
En 1952 se instaló de forma definitiva en el edificio que actualmente ocupa, en la punta de Antón Lizardo, localizado entre los puertos de Veracruz y Alvarado, en el Golfo de México.
En la actualidad se instruye a los oficiales del Cuerpo General y de Infantería de Marina, destinados a ejercer el mando en las unidades operativas de la Armada de México, así como de la carrera de logística naval.